> Hinduismo Sagrado: Alimentos sāttvicos, rajásicos y tamásicos

Alimentos sāttvicos, rajásicos y tamásicos


Muchos de nuestros problemas de salud (acidez, estrés, insomnio, mala digestión, colesterol alto, hipertensión, diabetes, obesidad, adicciones, irritabilidad, envejecimiento prematuro, problemas dentales, etc.) se deben a un consumo excesivo de alimentos "rajásicos" y "tamásicos".

En las sagradas escrituras indias se nos narra precisamente que todo lo que existe a nuestro alrededor, incluyendo los alimentos, se clasifican de acuerdo a tres tipos de guṇas o cualidades: "sattva" (bondad), "rajas" (pasión) y "tamas" (ignorancia). 

Al interactuar con los distintos alimentos de estos guṇas, cada ser vivo experimenta diferentes estados físicos, mentales y espirituales:


  • Los alimentos sāttvicos son puros, ligeros, naturales y promueven la paz interior, la salud y la claridad mental. Ellos fomentan la longevidad, el equilibrio emocional, la compasión y el pensamiento elevado. Este tipo de alimentos está lleno de prāṇa (energía vital), y facilita el desarrollo espiritual al mantener cuerpo, mente y espíritu en armonía, además de fomentar un organismo saludable.

  • Los alimentos rajásicos excitan los sentidos, estimulan el deseo, la inquietud, el ego y la confusión. Son alimentos que incrementan la actividad mental y física, generando agitación, ansiedad, insatisfacción y apego al mundo material, además de ser causantes de varias dolencias físicas y mentales.

  • Y ya finalmente los alimentos tamásicos embotan totalmente los sentidos, fomentan la pereza, el letargo, las adicciones, la ignorancia y el olvido de lo espiritual, además de esclavizarnos a los placeres más burdos y mecánicos del cuerpo. Al generar densidad y confusión en la mente, dificultan la claridad interior, anulando progresivamente la voluntad de algo trascendental. Por supuesto, los alimentos tamásicos afectan drásticamente a la salud de nuestro organismo en términos físicos, siendo principales culpables de los problemas ya mencionados, como la obesidad, el diabetes,  y problemas dentales y digestivos varios.

Esta clasificación no es meramente simbólica, sino que orienta una forma de vida consciente en donde lo que entra al cuerpo influye directamente en el estado de la mente y del alma. Por eso, dentro de las prácticas espirituales como el bhakti-yoga o el āyurveda, la alimentación es un acto sagrado, y elegir alimentos sāttvicos se considera una forma de purificación y evolución espiritual, evitando así los de naturaleza rajásica y tamásica.

La idea de conocer estas clasificaciones no sólo se debe a la repercusión que tienen en nuestro organismo y en nuestro avance espiritual, sino también en aquello que le ofrecemos a Dios, a Krishna. Como sabemos, todo plato debe prepararse y ofrecerse con devoción, y para ello es esencial que esté compuesto de ingredientes sāttvicos, puros y apropiados para el sacrificio. Krishna acepta únicamente aquello que se le ofrece con amor, pureza y conciencia, por lo tanto, nuestra alimentación se convierte también en una forma de servicio devocional, es decir, bhakti-yoga. 

Elegir alimentos adecuados no es una imposición, sino una herramienta que refina nuestros sentidos, nuestra mente y nuestro corazón para estar más cerca de lo divino y tener un mejor pasar. 

A continuación se detalla la naturaleza de estos tres gunas.


Primeramente, de manera introductoria adjunto una tabla en donde se lee cada tipo de guna, así como sus características y consecuencias en términos generales.



La información plasmada en la tabla aplica a muchas situaciones, comportamientos, actividades, costumbres y alimentos, pues en el fondo, todo lo que nos rodea y todo lo que hacemos se puede clasificar en estas tres categorías, y en consiguiente, acarrearán sus respectivas consecuencias (positivas o negativas).


🟢 Alimentos Sāttvicos: Pureza y equilibrio


Los alimentos sāttvicos brindan una nutrición equilibrada sin saturar ni colapsar nuestros sentidos, ayudando a generar claridad mental, consciencia espiritual y energía física. 

Krishna dice que estos alimentos permanecen "sustanciales" y "perdurables" dentro de los organismos, lo que ayuda a obtener una energía duradera en lugar de picos repentinos que luego desaparecen.

Los alimentos sāttvicos se consideran puros, frescos, naturales y vitales, y por ello, al no ser ni demasiado estimulantes ni demasiado pesados, permiten que la conciencia se eleve con facilidad hacia estados superiores, como la compasión, la gratitud, la meditación y el amor devocional.

En la práctica del yoga, el ayurveda y la conciencia de Krishna, estos alimentos conforman la dieta ideal, ya que nutren tanto el cuerpo como el alma.

En general, las frutas dulces, maduras y frescas son consideradas altamente sāttvicas, al igual que la mayoría de las verduras ligeras y de estación.

Eso sí, hay algunas excepciones. Por ejemplo, el ajo, la cebolla, el picante (ají/chile), los hongos y las berenjenas no se consideran sāttvicas, y aunque efectivamente poseen beneficios medicinales, se evitan en la dieta espiritual porque excitan los sentidos y podrían causar algún malestar estomacal.  

También cabe decir que muchos alimentos pueden considerarse sāttvicos o no dependiendo de su preparación. Si por ejemplo, la verdura se consume cruda o cocida, está bien, no así las fritas, pues freír implica sumergir los alimentos en aceites a alta temperatura, lo que puede degradar nutrientes y generar compuestos dañinos, haciendo que tengamos un alimento más pesado y difícil de digerir, y que puede inducir a la letargia tanto espiritual, mental como física.


A grandes rasgos:


🥦 Verduras sāttvicas

✅ Zanahoria
✅ Zapallo italiano
✅ Brócoli
✅ Espinaca
✅ Zapallo
✅ Betarraga
✅ Repollo
✅ Lechuga
✅ Cilantro
✅ Perejil
✅ Choclo
✅ Papa (cocida, no frita)
✅ Apio
✅ Acelga
✅ Rúcula
✅ Coliflor
✅ Camote
✅ Espárrago
✅ Pepino
✅ Morrón
✅ Albahaca

❌Como ya se dijo, evitar el ajo, cebolla, picante/chiles/ají, hongos y berenjenas, así como las papas si están fritas (o cualquier verdura frita).


🍎 Frutas sāttvicas:

✅ Manzana
✅ Pera
✅ Mango
✅ Plátano
✅ Uvas
✅ Papaya
✅ Frutilla
✅ Durazno
✅ Damasco
✅ Ciruela
✅ Melón
✅ Sandía
✅ Naranja / Mandarinas (en su punto, no ácidas)
✅ Tomate (en su punto, ni verde ni ácido)
✅ Kiwi (maduro)
✅ Membrillo
✅ Guayaba
✅ Chirimoya
✅ Lichi
✅ Cereza
✅ Palta
✅ Bayas
✅ Dátiles
✅ Higos
✅ Arándanos
✅ Moras
✅ Murtas
✅ Frambuesa
✅ Coco
✅ Frutas secas como pasas o ciruelas.

❌ Algunas frutas como el maracuyá se proscriben al ser estimulantes y/o con efectos afrodisiacos. Las frutas el almíbar o en conserva también tienden a ser rechazadas por el contenido de azúcar y conservantes que poseen. 


🌾 Cereales y granos sāttvicos:

✅ Arroz integral y arroz blanco
✅ Quínoa
✅ Trigo sarraceno
✅ Cuscús
✅ Avena
✅ Chía
✅ Sésamo
✅ Linaza
✅ Harina de arroz integral
✅ Harina integral de trigo
✅ Harina de avena
✅ Pastas hechas con harina integral (no harina blanca refinada)
✅ Salvado

✅Granola
✅ Pan integral.
❌ Evitar cereales procesados o industriales. 
❌ No harina blanca refinada.


🫘 Legumbres sāttvicas

✅ Lentejas
✅ Garbanzos
✅ Porotos blancos y negros
✅ Arvejas
✅ Habas
✅ Chía


🐄  Derivados sāttvicos de origen animal 

✅ Leche
✅ Yogurth (siempre y cuando no posea gelatina)
✅ Kefir
✅ Leche cultivada
✅ Mantequilla / Ghee
✅ Queso fresco / Quesillo / Queso normal (siempre y cuando no posean cuajo, ya que dicha sustancia se elabora a partir del estómago de los rumiantes. En el mercado podemos encontrar muchos quesos veganos que se elaboran sin cuajo)
✅ Miel pura

❌ Ningún tipo de carne (sea vacuno, pollo, cerdo, pescado, marisco, etc. El rechazo de la carne animal es uno de los cuatro principios regulativos más importantes).
❌ Huevos (o preparaciones elaboradas con huevo).


🌿 Hierbas y especias sāttvicas 

✅ Anís
✅ Cardamomo
✅ Cilantro
✅ Canela
✅ Comino
✅ Eneldo
✅ Hinojo
✅ Menta
✅ Manzanilla
✅ Cúrcuma
✅ Vainilla
✅ Orégano
✅ Azúcar de caña cruda



  • 🔴 Alimentos Rajásicos: Sobreestimulación, agitación


Los alimentos rajásicos poseen sabores extremos, por lo general demasiado ácidos, salados, especiados, dulces, procesados y picantes.

Aunque pueden parecer sabrosos o energizantes, su efecto profundo es el de estimular el deseo, la competitividad, el apego, la ira y la agitación mental. 

Estos alimentos impiden el descanso de la mente y empujan al individuo hacia la acción constante, muchas veces sin dirección espiritual, además de afectar físicamente al estómago y la digestión.

E incluso si algunos no son dañinos desde el punto de vista físico, sí son desaconsejados para quien busca la paz interior, la claridad y la conexión con lo divino.

Dentro de esta categoría se encuentra:


❌ Ajo

❌ Cebolla

❌ Ají/chiles/picantes

❌ Bebidas energéticas

❌ Alimentos fritos

❌ Té negro y verde

❌ Café

❌ Cacao, chocolate

❌ Harinas blancas refinadas

❌ Alimentos procesados altos en azúcar, sodio, calorías, etc.

❌ Colores y sabores artificiales (desbalancean el sistema nervioso)

❌ Alimentos fritos 

❌ Margarina

❌ Huevos



Alimentos Tamásicos: Inercia, vicio, ignorancia


Los alimentos tamásicos son difíciles de digerir, adormecen los sentidos, causan somnolencia, incitan a la ira y generan tendencias agresivas, viciosas y violentas. El exceso de alimentos tamásicos tiene un efecto negativo en el cuerpo y puede provocar envejecimiento prematuro, problemas digestivos, ansiedad, inquietud, etc. 

En el camino espiritual, este tipo de alimento es visto como un obstáculo directo para el despertar interior, ya que desconecta al ser humano de su verdadera naturaleza luminosa y lo sigue anclando a maya, que es la ilusión del mundo material que nos esclaviza. 

Dentro de los alimentos tamásicos tenemos:


❌Todo tipo de carne animal (vacuno, aves, cordero, conejo, mariscos, pavo, cabra, venado, cerdo, peces, ovejas, insectos, perros, gatos... entiéndase: cualquier animal, sea así un gusano o una almeja). La carne hace que nos manchemos con el pecado de la matanza (violando el principio de "ahimsa" o no violencia) al aniquilar vidas inocentes por el mero disfrute de la lengua, que es maya, una ilusión. De igual modo, la carne fomenta la obesidad y la adicción por la comida. No es casualidad que la mayoría de los productos chatarra o de comida rápida estén hechos a partir de la carne animal. Y por cierto, al decir "carne" también incluimos cualquier otra parte del animal: hígado, patas, sangre, ojos, vísceras, riñones, lengua, huesos, etc.  

Si desea conocer en profundidad las consecuencias kármicas del consumo de carne, y porqué en el hinduismo se proscribe, le invito a leer una de mis publicaciones anteriores:



❌ Todo tipo de alcohol (cerveza, vino, licores, destilados, etc.). El alcohol confunde la mente, nubla el juicio, fomenta la pereza y la agitación, además de que también generan dependencia y apego, dañan el organismo y producen un envejecimiento prematuro. 

❌ Productos procesados e industriales altamente ricos en azúcar, sodio, colorantes y grasas saturadas. 

❌ Cualquier tipo de droga, incluyendo cigarros (mismas razones que en el caso del alcohol; generan conductas viciosas y dañan irremediablemente al organismo). 

❌ Alimentos rancios, pasados, avinagrados o en descomposición. Quizás esto suene absurdo, pero si lo analizamos bien, son muchos los alimentos o preparaciones que demandan ingredientes en este estado. 

❌ Gelatinas, jaleas y chicles (porque a pesar de no ser "carne" en sí, se elaboran a partir ingredientes animales, como el colágeno de vacas y cerdos). Por supuesto, hay alternativas veganas. 

❌ Alimentos almacenados por días y/o recalentados varias veces. Esto se explica por el hecho de que el alimento, al no ingerirse inmediatamente, pierde su prana o energía vital poco a poco. Cuando el alimento lleva días almacenado o es recalentado en varias oportunidades, estaremos comiendo algo "muerto" energéticamente, incluso si aún conservan su buen sabor.




En suma, la clasificación de los alimentos según los tres guṇas; sattva, rajas y tamas, constituye mucho más que un marco dietético, ya que se trata de una propuesta integral sobre la manera en que la nutrición modela nuestro estado físico, mental y espiritual. 

Tal como enseñan las tradiciones del āyurveda, del bhakti-yoga y de la filosofía india en general, la alimentación no es un acto mecánico, sino un proceso íntimo que entrelaza el cuerpo con la conciencia y, en última instancia, con lo divino. 

Por lo tanto, lejos de presentarse como una prescripción rígida, este conocimiento ofrece una guía orientadora, un conjunto de principios destinados a favorecer la claridad interior, la armonía emocional y la elevación espiritual. El énfasis en los alimentos sāttvicos no responde únicamente a su pureza material, sino a su capacidad de sostener la serenidad, la compasión y la lucidez, cualidades fundamentales para una vida orientada hacia el crecimiento interior y el servicio devocional. De hecho, si revisamos la biografía de muchos maestros espirituales y místicos, incluso fuera del mundo hindú, descubriremos que llevaban una dieta, algunos sin saberlo, sāttvica, como por ejemplo: Pitágoras, Platón, Da Vinci, Empédocles, Porfirio, Apolonio de Tiana, San Jerónimo, San Francisco de Asís, San Antonio, el Conde de Saint-Germain, Giordano Bruno, Helena Blavatsky, etc., llegando todos a la conclusión de que la carne embota los sentidos y nos esclaviza. 

Esta comprensión no pretende juzgar ni imponer, sino invitar a una reflexión personal acerca de cómo cada alimento, preparado y consumido con mayor o menor conciencia, repercute en nuestro bienestar y en nuestra relación con lo sagrado. Así, la enseñanza de los guṇas se presenta como un camino de discernimiento, una herramienta para afinar la sensibilidad, cultivar la autodisciplina y orientar la vida hacia una mayor plenitud. 

Cada lector, desde su propio ritmo y circunstancias, puede tomar de estos principios aquello que le resulte significativo, recordando que incluso pequeños gestos, un alimento más puro, una preparación más consciente, una ofrenda hecha con amor, contribuyen de manera profunda al desarrollo del cuerpo, la mente y el corazón. En última instancia, el propósito no es imponer transformaciones inmediatas, sino abrir un espacio para la reflexión y hacer que cada individuo descubra, a su manera, cómo la alimentación puede convertirse en una práctica de autoconocimiento, de cuidado interior y de acercamiento a lo divino.


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