> Hinduismo Sagrado: Diosa Devi y las 10 fuentes de conocimiento y poder: "Mahāvidyā"

sábado, 11 de diciembre de 2021

Diosa Devi y las 10 fuentes de conocimiento y poder: "Mahāvidyā"


Maha Devi ("Madre Divina", "Gran Devi"), es la fuente cósmica y primordial que concentra la energía femenina que sustenta y rige el universo, así como la naturaleza y a cada una de sus funciones vitales. Al igual que Vishnu, la Diosa Devi puede manifestarse a través de diferentes aspectos o personalidades, cada una con funciones y características específicas. Por ello, se dice que Devi habita en el corazón de todas las demás Diosas, como si fuesen proyecciones de su propio poder. Y en este sentido encontramos a las "Dasha Mahāvidyā", que se traduce a nuestro idioma como "10 Grandes Fuentes de Sabiduría", y agrupan a las principales expresiones de la Diosa.

Las Mahavidyas, como grupo, forman una maravillosa asimilación de elementos y principios contrastantes de la naturaleza. Todos ellos son intensamente femeninos.

En esta publicación haremos un repaso al significado de Mahāvidyā y de las Diosas que lo componen.


  • Diosa Devi

También llamada Shakti. Su naturaleza trascendental se encuentra más allá de la mente y la materia, puesto que no está sujeta a ninguna limitación física. Ella representa la fuente de todo lo que hay que conocer, buscar y alcanzar con dedicación y esfuerzo. Ella es el misterio y el encanto de toda sabiduría. Ella es a la vez el poder rector interno, el conocimiento y su comprensión, así como la fuente de diversos principios, energías y facultades que sustentan el universo manifiesto y no manifiesto. 

Se considera que la Diosa Devi es simultáneamente la fuente de toda la creación, encarnación y energía que anima y gobierna el mundo, y aquello en lo que todo finalmente se disolverá. En consecuencia, su contraparte y consorte es el Dios Shiva, puesto que ambos condensan el mismo principio, variando, únicamente, en su polarización (femenino - masculino). Por ello, muchas veces ambos son adorados de forma unificada bajo el nombre de "Ardhanārī", que significa "Señor mitad mujer".

Si desea leer absolutamente todo acerca del Gran Dios Shiva, haga click en el siguiente enlace, el cual lo llevará a otra de mis publicaciones:


En el Tantra, Devi representa la conciencia funcionando en diferentes niveles, hacia adentro y hacia afuera, denotando lo que está oculto; lo secreto, lo sutil y lo más sensible, y sus diversas formas personifican los niveles y manifestaciones de su conciencia. 

Cuando se personifica la innumerable diversidad que se da en la naturaleza, en los humanos y en toda la existencia, son visualizados por el tántrico o por el devoto a través de modismos que le son familiares. Es por ello que nace el concepto de Mahāvidyā, puesto que tiene el objetivo de agrupar o clasificar las diferentes expresiones que la Diosa Devi ejerce en el universo. En consecuencia, el devoto ve cada una de estas representaciones como una manifestación específica de Devi.


  • Mahāvidyā

La palabra "Maha" significa "grande", y "Vidya" significa "educación", que da como resultado la comprensión y la difusión del conocimiento verdadero. Esto quiere decir que las Diosas son capaces de revelarle sabiduría absoluta y liberación a las almas rectas que acudan a ellas. Ellas son el camino a la trascendencia.

Generalmente, las manifestaciones de Mahāvidyā se clasifican en diez.  Cada una de ellas posee en sí misma muchas otras manifestaciones, teniendo sus propias subvariantes. Por ello, algunos textos relacionados con Devi cuentan más de diez formas de Mahavidyas. Por ejemplo, Nārada Pañcharatra dice que hay al menos setenta Mahavidyas; el Niruttara Tantra cuenta dieciocho Mahavidyas; y el Devi Bhagavata especifica trece formas de Mahavidyas. Esto se a debe a que es imposible poder clasificar un poder tan infinito y variado como el de la Diosa. Cada sabio puede encontrar una nueva manifestación de la Diosa en el universo y la naturaleza. Por ello, al decir que un Dios tiene tal número de manifestaciones, es en realidad una manera "pedagógica" de explicarlo, ya que es imposible cuantificar algo infinito. Sin embargo, todos los textos coinciden en que las Mahavidyas, sean cuales sean sus números, nombres, orden de aparición o sus diversas formas; representan la naturaleza de una misma realidad.

Cabe decir que las Mahavidyas tienen formas feroces; comportamiento aterrador; mentes agitadoras; apariencias tétricas y exóticas; hábitos desordenados y comportamientos destructivos. Esto, sin lugar a dudas, es algo que desconcierta totalmente a las personas que no tienen conocimiento acerca de la religión hindú. En su ignorancia, los críticos podrán decir que estas Diosas son seres demoniacos y satánicos, y que sus devotos son hombres corrompidos, paganos y primitivos. Eso fue lo que precisamente pensaron los invasores ingleses al llegar a la India, y lo que piensan muchas personas ajenas al mundo del hinduismo. Un no hindú podría afirmar que las Mahāvidyā están desprovistas de virtudes agradables y benévolas. Pero, al mismo tiempo, sus devotos perfectamente las alaban como océanos de misericordia y bondad, y siempre se referirán a ellas como si fuesen sus propias madres.

¿A qué se debe este contraste? Los hindúes sabemos perfectamente que las apariencias de nuestros Dioses responden a un intento de poder acercar las manifestaciones divinas al mundo terrenal. Los antiguos rishis (sabios videntes) y gurús (maestros espirituales) que escribieron los textos sagrados hace miles de años, concibieron la imagen de los Dioses de manera simbólica, para que de este modo, el estudio de los mismos resulte ser más "amigable" o "comprensible" para la mente humana, que es terrenal e ignorante. Es por ello precisamente que, de entre todas las religiones del mundo, la hindú destaca entre todas ellas por los atributos de sus Dioses; múltiples cabezas, múltiples brazos, formas de animal, pieles azules, etc. Pero esto es meramente simbólico. 

Tomemos la siguiente analogía como ejemplo. Imaginemos que debes visualizar el aire en tu mente, ¿puedes hacerlo? probablemente no, ya que el aire es invisible, incoloro, y no posee ningún tipo de patrón visual que pueda ayudarnos a materializarlo. Pero si yo dibujo al aire con rasgos humanos y lo adorno con elementos simbólicos que te recuerden su funcionamiento y sus características, entonces, comprenderás esa forma y empezarás a relacionarte con ella. Lo mismo ocurre con los Dioses hindúes. Durante miles de años los sabios indios llegaron a la misma conclusión; descubrieron una realidad trascendental a través de la meditación más compleja, y, para intentar acercarle esa realidad a los hombres comunes y corrientes, decidieron plasmar a los Dioses con tales formas y atributos, cosa de que los devotos puedan imaginarla y comprenderla. El devoto sabe que detrás de un Dios con forma de elefante o de un Dios con 10 cabezas y 10 brazos, se esconde un profundo mensaje espiritual y una explicación sobre cómo funciona el universo.

Y todo lo anterior fue extremadamente necesario de mencionar, puesto que muchas de las Mahavidyas se retratan de manera siniestra y aterradora. Generalmente, se les encuentra danzando desnudas encima de un mar de cadáveres apilados, además de llevar el cabello revuelto, que alude a caos y confusión. Sus cuerpos se encuentran adornados con cabezas cercenadas, senos prominentes, y portan todo tipo de armas en sus manos. Muchas veces hay elementos sexuales que acompañan las representaciones. Generalmente se les retrata en campos de batalla y crematorios. Incluso, hay una Diosa con la cabeza cercenada de la cual emana un chorro de sangre. 

Pero claro, todas estas descripciones son únicamente alegóricas, teniendo el objetivo de funcionar como herramientas abstractas con el fin conectar la mente material de los seres humanos con la esencia divina. Cosa que también sirve para que comprendamos el funcionamiento del universo y el sentido de la vida, como veremos más abajo, y todo, gracias a simples imágenes. 

Entonces; ¿por qué las Diosas Mahāvidyā poseen formas tan terribles? La respuesta es sencilla; para obligarnos a despertar. Ellas no están destinadas a ser agradables o reconfortantes a la vista, al contrario, su naturaleza y comportamientos ambiguos, enigmáticos, contradictorios y paradójicos, están destinados a escandalizar, sacudir y desafiar nuestra forma engreída de mirar el mundo que nos mantiene esclavizados. Ellas nos dan patadas con fuerza para despertarnos, y señalar que el mundo es realmente muy diferente de lo que parece ser; y que seguramente no está diseñado para satisfacer nuestras reconfortantes fantasías. 

Las Mahavidyas son "antimodelos", energías provocativas que nos instan a deshacernos de nuestras inhibiciones y pecados, a descartar nuestra comprensión superficial de la belleza, la limpieza, la bondad, o la forma "correcta" de hacer las cosas. Ellas, a su manera extraña, nos desafían a mirar más allá; a mirar profundamente para experimentar lo que se esconde debajo de la fachada del mundo ordinario. La clave para la comprensión o apreciación de las Mahavidyas yace precisamente en sus aspectos radicales o siniestros.

Así, en agudo contraste con las tranquilas representaciones de otros Dioses, las imágenes iconográficas de Mahavidyas retratan sus aspectos aterradores y agresivos. Desde el punto de vista estético, las Mahavidyas sugieren una huida de la realidad, y te llevan a un mundo totalmente diferente, conmovedor, inquieto y agresivo. El aspecto interesante de las Mahavidyas es que las imágenes parecen haber surgido de la intuición o de una fuente no racional, y, sin embargo, traen a casa las realidades de la vida. En este sentido, las Mahavidyas, en general, son una extraña amalgama de contradicciones: muerte y sexo; destrucción y creación, paz y caos. En su aspecto creativo, Mahavidya es una madre benévola que irradia sus bendiciones. En su aspecto negativo, su naturaleza intensamente feroz se hace explícita por sus rasgos aterradores y siniestros. Las Mahāvidyā son desintegradoras de la materia física y como tal, se les adora como Deidades de los campos de cremación, puesto que, al igual que Shiva, se encargan de desintegrar y elevar la materia física. Por ello están siempre rodeadas de cadáveres.

Ellas nos están gritando que despertemos, que abramos los ojos y conozcamos la verdadera naturaleza del mundo. 

Si bien pueden haber decenas de Mahāvidyās, para el propósito limitado del artículo aquí presente, seguiremos la enumeración estándar de diez:

1. Kali: Ella es la primera y la más importante de entre todas las Mahavidyas, condensando una energía que resulta ser extremadamente cruda y poderosa. Ella es creativa, nutritiva, primordial, sustentadora y dinámica, pero a su vez, devoradora y destructora. Pero esta destrucción no es literal, al contrario, Ella trae la muerte del ego y desestima la visión ilusoria de la realidad, permitiendo así; la desintegración de la materia física, lo cual permite su posterior regeneración. Como tal, Kali es la Diosa del tiempo, del cambio, de la muerte y de la destrucción. Ella es la representación de la presencia del tiempo ilimitado, la oscuridad del espacio infinito y la profundidad del conocimiento.

Si desea leer una publicación dedicada a la Diosa Kali, adjunto enlace:


2. Tara: Tara, que sigue, simboliza el poder de acción (kriya-shakthi), presidiendo también todos los frutos que surgen en consecuencia de los actos individuales de cada ser humano. Si una persona realiza sus acciones sin un motivo egoísta y sin ansiar recompensas, la Diosa Tara rompe los lazos que unen la acción (Karma) y sus frutos (Phala). Las afiladas "katri" (tijeras) en sus manos simbolizan los medios para liberarlos del apego a los deseos terrenales. Kali y Tara son similares en apariencia; ambas se describen como Diosas guerreras que danzan sobre un cadáver en decúbito supino, a veces identificado con Shiva. Sin embargo, mientras que Kali se describe como negra u oscura (la palabra "kali" significa tanto "negro" como "tiempo" en sánscrito), Tara se describe como azul, además de poseer una mayor masa corporal.  

 


3. Tripura Sundari: Su nombre significa: "Hermosa en los Tres Mundos", y generalmente se le retrata sentada en un trono o sobre una flor de loto (símbolo de pureza), e incluso, en el regazo de Shiva. La Diosa tiene cuatro brazos que sostienen un arco de caña (símbolo de manas), flechas de flores (símbolo del mundo sensible), una red (símbolo del deseo) y un garrote (símbolo de destrucción). Sus tres ojos representan pasado, presente y futuro, y también tiene control sobre cinco formas de Purusha. Ella es "Panchabrahmathmika", quien tiene a Brahmā, Viṣṇu, Giriśa, Īśa y Sadāśiva dentro de sí misma. Por ello, se le adora como una de las Diosas supremas más importantes del grupo.

 

4. Bhuvaneshvari: Ella representa las fuerzas sustanciales del plano material. Ella es la fuerza dominante del universo y la naturaleza activa de la creación. De hecho, su nombre significa "Cuyo cuerpo es el mundo". Ella es adorada por su progenie, riqueza, conocimiento y fortuna. Dos de sus brazos se muestran haciendo un mudra: "abhaya" (que significa seguridad, protección, tranquilidad) y "varada" (distribución de bendiciones, generosidad, cumplimiento), y con los otros dos brazos sostiene una soga (invitación al mundo espiritual) y un arpón, que utiliza como arma.

 


5. Bhairavi: La Diosa terrible y feroz. Su piel es totalmente roja y ardiente, posee el cabello despeinado y tres furiosos ojos. Ella porta una espada y un cuenco de mendigo, en señal de destrucción y ascetismo, respectivamente, y a menudo se la representa salpicada con sangre, puesto que destruye el pecado y el mal de los fieles.  De hecho, se describe que  Bhairavi es la Madre de toda violencia, para bien o para malElla advierte contra ser presa de los caminos falsos y engañosos, y también, personifica el poder de la muerte. Bhairavi es la Deidad guardiana de los tres niveles de existencia, los tres mundos: Bhu (el plano físico), Bhuvar (el espacio intermedio) y Suvah (las regiones superiores). Su esposo es el Dios Tántrico "Bhairava"; una manifestación furiosa de Shiva, conocido también por ser el Señor de los perros. 

 

6. Chinnamasta: Sosteniendo su propia cabeza decapitada y bebiendo la sangre que brota de su garganta cercenada, la Diosa Chinnamasta simboliza el desprendimiento supremo del mundo, y el desprecio total por lo que es querido y cercano a uno. Ella es del mundo; pero no está involucrado con él de ninguna manera. Ella predica al individuo (jiva) para que se mueva constantemente hacia la liberación; lejos de la existencia mundana y de sus lazos (māyā). Por ello, su iconografía sugiere que la conciencia pura se alcanza sólo cuando se descarta la conciencia corporal y cualquier atadura al plano mundano. Su nombre literalmente significa "Diosa con cabeza decapitada". En otras ocasiones se le suele retratar teniendo relaciones sexuales sobre un Shiva que yace meditativo, mientras sostiene su propia cabeza en las manos.

Si desea leer una publicación dedicada a la Diosa Chhinnamasta, adjunto enlace:

 


7. Dhumavati: Representada como una anciana viuda vestida con harapos, montada sobre un carro desvencijado y tirado por un cuervo, representa lo negativo y lo desfavorable de la vida, pero que de todos modos son aspectos inevitables. Ella es el humo que cubre el conocimiento, y a través de su ayuda se pasa de la ignorancia a la sabiduría. Dhumavati es el vacío que existe antes de la creación y después de la disolución material. Su fea forma le enseña al devoto a mirar más allá de lo superficial, a mirar hacia adentro y buscar las verdades internas de la vida, y así, ella le concede favores y bendiciones a los verdaderos buscadores de la verdad.

 

8. Bagalamukhi: Bhagalamukhi simboliza la potente fuerza primigenia del principio femenino. Con sus armas, la Diosa destruye mentiras, engaños e ignorancia, y también brinda equilibrio universal. A veces se le retrata con múltiples ojos, que indican que puede impartir conocimiento supremo a través de la pureza y el desarrollo tántrico del ser. Bagalamukhi se traduce como "la que tiene cara de grulla", y a veces se le retrata con el rostro de este animal. Esto se debe al comportamiento que tiene la grulla de quedarse quieta para atrapar presas, reflejando los poderes ocultos otorgados por la Diosa a quienes trabajan para desarrollarse internamente. 

 


9. Matangi: Ella es la forma tántrica de Saraswati, rigiendo las artes, la belleza, la música y la búsqueda de conocimiento. A menudo se le retrata con un loro en sus manos, que representa el habla (Vaikhari), y su piel de color verde se asocia al conocimiento profundo y también, al Dios "Budha" (Mercurio) (Nota: no debe confundirse con Siddhārtha Gautama Buda). También se relaciona con el poder de escuchar y captar el habla, para convertirla de nuevo en conocimiento y pensamiento. 

10. Kamala: Ella representa los aspectos ricos y auspiciosos de la vida, otorgando riquezas y bienestar a los devotos que la adoran de corazón y de manera desinteresada. Por ello, se le conoce como Lakshmi tántrica. Dos de sus manos están realizando mudras; el "abhaya" (seguridad, protección, tranquilidad) y "varada" (distribución de bendiciones, generosidad, cumplimiento), y sus otras dos manos generalmente portan lotos, un símbolo de pureza espiritual. De hecho, su nombre literalmente significa "la de los lotos". La Diosa es rociada por cuatro elefantes blancos que le vierten néctar en forma de abhiṣeka. 

 

El origen de Mahavidyas como grupo no está claro. Hay varias explicaciones basadas en mitologías de la Gran Diosa Mahadevi y en los textos del Tantrismo. En un principio, las Mahavidyas nacen como una trinidad inicial compuesta por Kali, Tara y Kamala, así como otras Diosas que figuran exclusivamente en el culto tántrico. Cualesquiera que sean sus orígenes y disposiciones individuales, todas están asociadas con el culto de Shiva, quien polariza los mismos principios universales pero desde un funcionamiento energético masculino. Por ello, como mencioné al principio de la publicación, se les tiende adorar unificadamente bajo el nombre de "Ardhanārī", que significa el "Señor mitad mujer".


Las Mahavidyas, en todo caso, son Diosas poderosas que brindan una perspectiva de la vida totalmente diferente pero realista, abriendo un panorama y un campo de experiencia para todos los seres humanos. Al subvertir o rechazar las normas sociales y la moralidad convencional, buscan expandir la conciencia del adepto y liberarlo de los prejuicios e inhibiciones estrechos que aprisionan la mente humana. Al convertirse en uno con las Diosas, el devoto se deshace del apego a todas las identidades que llevan nombres, formas y atributos.

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