Anantashesha es una de las Entidades Primigenias que emergió tras la formación del Cosmos al inicio de los tiempos. Se le describe como una serpiente con mil cabezas que reposa en el Océano Causal (el Plano Divino en donde nacen los universos y moran otras Entidades Celestiales), acompañando eternamente al Señor Vishnu y a la Madre Lakshmi. Anantashesha funciona como una expansión plenaria de las fuerzas creativas y destructivas de Vishnu. Sus mil cabezas coronadas expanden la energía de la creación y forjan los cimientos de un nuevo cosmos, y al final de cada Kalpa (el ciclo natural de muertes y renacimientos que afronta el universo); Anantashesha lo disuelve con el fuego envenenado de Shiva en forma de Rudra. Cuando la Serpiente Divina se desenrolla, el tiempo avanza y tiene lugar la creación, y cuando se enrosca hacia atrás, el universo deja de existir. Anantashesha es una Entidad infinita y omnisciente, y de hecho, su nombre significa "Remanente sin fin" o "Remanente eterno" en sánscrito, haciendo alusión a que se encuentra más allá del tiempo y del espacio.
De acuerdo a las Escrituras, todos los universos que existen descansan como un átomo sobre las miles de cabezas de Anantashesha; quien sostiene los sistemas planetarios y permite el nacimiento de cada cosmos. Por lo tanto, este gran universo, situado en una de las miles de capuchas del Señor Anantashesha; aparece como una semilla de mostaza blanca en un mar inmenso de cosmos, siendo infinitesimal en comparación con los miles y millones de universos que moran en el plano físico. De hecho, la serpiente cósmica sostiene los huevos de oro ("Hiranyagarbha"; que eclosionan y forman una explosión que da origen al universo, similar a lo que los científicos actualmente sostienen con la teoría del Big Bang) sobre sus múltiples capuchas, creando en consiguiente múltiples cosmos.
Toda la energía material está funcionando de acuerdo con los planes de Anantashesha. Por lo tanto, debemos considerarlo como la causa raíz de la creación material, y un asistente de Vishnu:
"La principal manifestación de Krishna (Vishnu) es Saṅkarṣaṇa, a quien se conoce como Anantashesha. Él es el origen de todas las encarnaciones dentro de este mundo material".
La fuerza de Anantashesha no tiene fin, y nadie puede describirlo completamente, de ahí que se le llame "Ananta" (ilimitado, eterno, infinito). Siendo muy misericordioso con todas las entidades vivientes, Anantashesha ha exhibido Su cuerpo espiritual con forma de serpiente para que las personas comunes y corrientes puedan entender su funcionamiento y rol cósmico, por ello que los sabios de la India en sus trances meditativos lo contemplasen como una serpiente con miles de cabezas, entendiendo que en cada una de ellas moran universos en forma de átomos. Todo el mundo material está situado sobre las capuchas del Señor Anantashesha, y cuando estos mundos materiales llegan a su fin; de las bocas de Anantashesha procede el fuego envenenado de Rudra (forma destructiva de Shiva) que los disuelve, destruye y regenera.
"Así como una persona se pone ropas nuevas, abandonando las viejas, el alma acepta de manera similar nuevos cuerpos materiales, abandonando los viejos e inútiles".
La vida y obra de estos avatares se narra en dos de los libros más importantes y sagrados del hinduismo; el Rāmāyaṇa y el Mahābhārata.
El Rāmāyaṇa fue redactado hace 2.500 años por el rishi (sabio vidente) Vālmīki; contando el nacimiento y la vida de Rama, quien encarnó en la Tierra como un simple ser humano, sin tener recuerdos de su origen divino. ¿La razón? Rāma encarnó como humano para enseñarnos que cualquier persona puede convertirse en un vehículo apto la conjunción de la conciencia individual (el alma) con la Conciencia Universal, es decir; Dios, y para ello, solo basta adherir nuestras vidas al Dharma. Y es así como Rāma ilustra su mensaje través de profundas historias, enfocando sus enseñanzas en la superación de momentos difíciles, cuestiones éticas y dilemas morales. Todo esto se va desarrollando a través de diversos acontecimientos de su vida, entre ellos, el secuestro de su esposa Sita, su amistad eterna e incondicional con su discípulo Hanumân (el Dios Mono, quien tampoco tenía recuerdos sobre su origen divino), y la cruenta guerra contra el tirano Ravana; que marca el clímax de la historia, pues fue un combate de grandes proporciones que involucró la participación masiva de los dos ejércitos.
Lakshmana permanece fielmente al lado de Rama en cada ocasión; ambos enfrentaron el exilio, la vida en el bosque, y combatieron las fuerzas del mal que servían a Ravana. A veces comportándose como pacíficos filósofos, y a veces como feroces guerreros; ambos hermanos le hicieron frente a los vaivenes del mundo físico, viviendo momentos agradables y otros de plena adversidad. Sin embargo, salieron victoriosos, prevaleciendo ante las fuerzas oscuras del tirano Ravana, a quien, con ayuda del ejército de Hanumān pudieron vencer y derrocar.
Por su parte, el Mahābhārata narra la vida y obra del Señor Krishna. Este libro fue compuesto hace 2.200 años por el rishi Vyasa, y es hasta la fecha el segundo libro más extenso de toda la historia, estando solo por detrás del "Rey Guesar", un libro budista. El Mahābhārata se considera una de las obras maestras en lo que respecta a filosofía y cosmovisión hindú, logrando plasmar con sumo detalle muchos de los pensamientos y principios espirituales que lo conforman, tocando temas como la muerte, la reencarnación, el karma, misticismo, enseñanzas morales, funcionamiento del universo y filosofía. Todos estos temas se van desarrollando a lo largo de dos acontecimientos principales: la venida del Señor Krishna a nuestro planeta, y la guerra que aconteció entre dos clanes indios: los Pandava (que fueron hombres de bien; honestos y adheridos al Dharma) y los Kauravas (hombres sucumbidos al vicio, a la maldad y al pecado). Dentro del Mahābhārata se encuentra la famosa sección de ciencia teológica conocida como el "Bhagavad-gītā", que sintetiza las principales filosofías y doctrinas religiosas nacidas de los Vedas y los Upanishads (otros textos sagrados del hinduismo).
En el Mahābhārata, Balarama también funciona como fiel servidor y protector de Krishna; acompañándolo en momentos de alegría como también de adversidad.
Incluso, al final del Mahābhārata, se narra que Balarama abandona su cuerpo terrenal a través de un profundo trance meditativo gracias a sus cualidades yóguicas. En aquel momento, los presentes vieron que de su boca emergió una serpiente blanca que posteriormente se sumergió en el mar. Esa fue una aparición divina de Anantashesha, indicando que su propósito en nuestro plano finalizó.
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