El Hinduismo pone énfasis en la creencia de que Dios está presente en todos y cada uno de los componentes que conforma el universo material, sean elementos bióticos o abióticos. Por ello, desde tiempos inmemoriales, existe un respeto muy especial y prominente hacia la naturaleza, siendo el agua, el sol, la luna, el fuego, el viento, el rayo, los animales, las rocas y los árboles; parte de un sistema integral de conceptos religiosos.
En publicaciones anteriores ya he explicado detalladamente lo que significan y representan algunos de estos elementos, por lo que el día de hoy nos detendremos a estudiar los árboles, plantas y hierbas; aquellas que son sagradas dentro del hinduismo, incluyendo sus propiedades medicinales y su razón religiosa de culto.
Primero que todo, una breve introducción.
Los árboles, al igual que otros elementos bióticos y abióticos, son una manifestación de la Energía Divina. Todos los objetos del cosmos, estén vivos o inertes, se encuentran impregnados por la Suprema Personalidad de Dios. Cuando nuestra conciencia alcance un nivel más alto, comprenderemos que la Divinidad es omnipresente; se haya en todas partes.
Sin embargo, cabe destacar que el devoto hindú no venera al objeto propiamente tal, sea un elemento de la naturaleza o una estatua de Dios; el hindú venera realmente la Conciencia Universal que vive en todas las cosas. No se adora al árbol por ser un árbol, o a una estatua por representar a Dios, sino que por el hecho de ser una manifestación de la Energía Divina de la Conciencia Suprema, que impregna y vivifica todo.
En la literatura sagrada, el Señor Krishna dice:
"Soy la Superalma, oh Arjuna, asentada en los corazones de todas las entidades vivientes. Soy el principio, el medio y el final de todos los seres".
[Bhagavad-gītā 10.20]
"Yo soy la semilla generadora de todas las existencias. No hay ningún ser, móvil o inmóvil, que pueda existir sin Mí. [...] Has de saber que todas las creaciones opulentas, hermosas y gloriosas, brotan tan solo de una chispa de Mi esplendor".
[Bhagavad-gītā 10. 39-42]
De igual modo se nos afirma que el Señor mora dentro de cada ser vivo, y que todo proviene de su esencia Divina:
"Vishnu tiene tres formas llamadas 'puruṣas'. El primero es Mahā-Vishnu, quien es el Creador de la energía material total, el segundo es Garbhodaśāyī-Vishnu, que está situado dentro de cada universo, y el tercero es Kṣīrodaśāyī-Vishnu, que vive en el corazón de cada ser viviente".
[Pūrva-khaṇḍa 2.9]
Y de hecho, en sánscrito el nombre "Vishnu" (विष्णु) significa "Todo Penetrante" o "El que todo lo Impregna", dado que la palabra implica la raíz "viś", que significa "asentarse", "entrar", o "penetrar", + el sufijo "nu", que se traduce como "omnipresente". Esto se debe a que Vishnu es quien impregna a todos los seres vivos, pues es la fuente original de creación (Mahā-Viṣhṇu), de vida (Garbhodaśāyī-Vishnu) y de mantención (Kṣīrodaśāyī-Vishnu).
Y como recordatorio de esto, el saludo indio, "Namasté", tiene precisamente la finalidad de recalcar que estamos impregnados por Dios. Etimológicamente, "namasté" proviene del sánscrito "namaḥ", que significa "reverencia", y "te", que significa "para ti", por lo tanto, podría traducirse como "me inclino ante ti", señalando que todo ser humano tiene una chispa Divina morando en su interior. Por ello también se suele traducir como "Honro a la Divinidad dentro ti que también está en mí". Namasté representa la idea de que todos son uno. Afirma que debajo de las trampas externas que te hacen parecer diferente a los demás, estás hecho de la misma materia. Eres más igual que diferente.
El Santo indio, Bhaktivedanta Swami Prabhupada, comenta al respecto:
"Todos somos criaturas de Dios, sea cual sea el cuerpo en que vivamos o el traje que vistamos. Dios es el Padre Supremo de todos".
Y la siguiente pintura expresa perfectamente lo mencionado en los pasajes anteriores, ya que vemos a Dios morando al interior de todo:
La mayoría de los hogares y templos hindúes cultivan plantas y las ofrecen como tributo, habiendo también santuarios específicamente destinados a conservar y preservar árboles. Esto se aprecia todavía más en los países orientales, en donde los templos y la naturaleza coexisten de manera pacífica, tanto en lugares urbanos como en zonas boscosas o rurales. Además, no se cortan los árboles si éstos llegan a interferir en la estructura del templo, al contrario, se dejan y tratan amablemente, siendo hasta adornados de manera religiosa. O en pocas palabras, los árboles y plantas forman una parte importante del templo y de la filosofía hindú.
Y este respeto y devoción hacia los árboles no solamente existe en los templos, sino que también en cualquier otro aspecto de la cultura hindú. Por ejemplo, en las siguientes dos fotografías, podemos apreciar que se levantaron tiendas de comercio totalmente funcionales alrededor de los árboles, quedando éstos en su interior, todo con el fin de evitar talarlos:
Mientras que aquí en occidente los árboles se talan de manera descriteriada e inconsciente, incluso para dar lugar a situaciones tan vergonzosas como esta:
En fin.
Entendiendo los puntos anteriores, adjunto una lista detallada sobre los Árboles y Plantas Sagradas del Hinduismo.
- Árbol Ashoka (Saraca asoca)
El ashoka es un árbol nativo de la selva tropical india, oriundo de la Península del Deccan y de la Cordillera de Sahyadri. Este árbol llega a medir entre 6 a 9 metros de altura, y es muy querido por su hermoso follaje, componiéndose por hojas siempre verdes con flores de color amarillo que en temporada (a partir de febrero) se tornan rojas y carmesís, creciendo en grandes racimos. Estas flores son muy aromáticas, poseyendo una fragancia dulce y calmante de la cual se crean perfumes y esencias. Por estas razones resulta ser muy empleada para decorar templos, altares y monasterios.
Este árbol posee múltiples propiedades benéficas para la salud, puesto que sus hojas y cortezas son ricas en tanino, hierro, catecol, sílice, potasio, magnesio, calcio, y glucósidos, por lo que se utiliza como diurético, depurador digestivo, sedante, antihelmíntico, detox sanguíneo y analgésico. Su corteza resulta muy preciada por las mujeres por su efectividad contra el tratamiento de enfermedades relacionadas con el sistema reproductor, principalmente ligadas a dolencias de útero, fibromas, leucorrea y menorragia. La decocción de sus raíces es muy útil en el raquitismo, la consolidación ósea retardada y la deficiencia de calcio, y una pasta de las mismas es útil en el tratamiento de inflamaciones externas, úlceras y enfermedades de la piel.
Este árbol es sagrado por varias razones, siendo muy referenciado en la literatura hindú.
El ashoka se relaciona con el Señor Kama (काम); la semilla primordial que fecunda el espíritu de todos los seres vivos, nutriendo con vigor y pasión. Se narra que las flechas de Kama se comparan con la belleza y el resplandor de las flores ashoka, y que incluso posee una de ellas en su sagrado carcaj.
De igual modo, estos árboles son sinónimo de paz y buen augurio, puesto que el Señor Hanumān encontró a Sita, la esposa de Rama, en un jardín de arboles de ashoka, dando por terminado una etapa de pena y frustración (recordemos que Sita fue secuestrada por un tirano llamado Ravana, y su paradero era desconocido hasta que Hanumān la encuentra cautiva en aquel jardín).
El ashoka también se relaciona con las "yakṣiṇīs", que son espíritus femeninos de la naturaleza, siendo veneradas como entidades tutelares del bosque, y vistas como asistentes del Señor Kubera.
Finalmente, cabe destacar que el maestro Siddhartha Gautama Buda nació bajo un árbol ashoka en los jardines de Lumbini, Nepal, siendo uno de los mayores centros de peregrinación budista. De igual modo, el maestro Vardhamāna Mahāvira, fundador del jainismo, solía meditar y deambular bajo los árboles de ashoka tras convertirse en monje asceta. Por estas razones, el ashoka es también sagrado dentro del budismo y del jainismo.
- Tulasī (Ocimum tenuiflorum)
La planta Tulasī es una de las especies de flora más reverenciadas y queridas dentro del hinduismo, tanto por su significado religioso como por sus propiedades medicinales, jugando un papel muy importante dentro de la cultura india. La planta Tulasī pertenece a la familia de las lamiáceas, es decir, a las albahacas, por lo que simplemente se le conoce como albahaca india, albahaca sagrada, o albahaca santa, siendo "Tulasī" un epíteto que significa "incomparable" o "inigualable".
La albahaca sagrada es un subarbusto erecto de hojas pecioladas, lámina ovada, a veces simple, con abundantes ramificaciones que llegan a medir entre 20 a 60 centímetros de longitud. Sus hojas son verdes y sus flores crecen en grandes racimos que adquieren una distintiva tonalidad púrpura y violeta, siendo también aromáticas.
La albahaca Tulasī posee propiedades medicinales muy importantes. Su tallo y sus hojas contienen vitamina A, vitamina C, saponinos, flavonoides, triterpenoides, taninos, activos fenólicos, y minerales como el calcio, el hierro, el fósforo y el zinc, mientras que su semilla contiene ácidos grasos y sitosterol. El aceite volátil de la hoja contiene eugenol, euginal, linalol, limatrol, cariofileno, estragol y ácido urosólico.
En consiguiente, la albahaca sagrada se utiliza para combatir muchas dolencias y enfermedades, siendo ampliamente utilizada por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, digestivas, cicatrizantes, analgésicas, depurantes, nootrópicas, antieméticas e inmunomoduladoras. La planta Tulasī reduce el nivel de azúcar y de colesterol en la sangre, combate la neurodegeneración, mejora la absorción del sistema digestivo, posee efectos cardioprotectores, radioprotectores y hepatoprotectores, trata las cataratas, los papilomas y los carcinomas, siendo un eficiente quimiopreventivo. De igual modo, es útil en el manejo de cicatrizaciones anormales como queloides e hipertrópicas. Su acción antibacteriana resulta muy eficaz, sobre todo contra agentes como la Neisseria gonorrhoeae, Staphylococcus aureus, Bacillus pumius y Pseudomonas aeruginosa.
Como podemos apreciar, la albahaca sagrada es extraordinariamente benéfica, y por lo mismo, se le venera como una manifestación directa de la Diosa Lakshmi (la consorte de Vishnu), quien condensa una energía muy positiva para la vida de sus devotos, siendo sinónimo de prosperidad, salud y riqueza, aspectos que promueve la planta Tulasī. Por ende, al ser considerada la forma herbaria de Dios, la planta funciona como si fuese un portal que nos conecta con el mundo Divino, y se le venera y respeta como tal. Sus hojas sirven como una ofrenda importante, siendo parte indispensable del culto en honor a Vishnu y a sus avatares. De igual modo, se narra que el Señor Krishna pasó su juventud en los bosques de Vrindavan, una zona rica en Tulasī, siendo una de sus plantas favoritas.
El cultivo y la adoración de Tulasī es un aspecto importante de la vida espiritual. Como tal, la planta se cultiva en la mayoría de los hogares y templos hindúes, y se le trata con mucho respeto y cuidado, tal como si fuese un "murti" (una imagen) de Dios. Cada parte de la planta Tulasī es venerada y considerada sagrada, incluso el suelo alrededor de la planta es santo, y debe mantenerse libre de suciedad. Está prescrito que si una persona riega y protege a la planta Tulasī, obtiene mérito espiritual y la gracia Divina del Señor Vishnu, por lo que nuestro hogar se torna pacífico y sereno, eliminando toda clase de impurezas y energías dañinas.
Por eso leemos:
"Simplemente con tocar Tulasī purificamos el cuerpo. Con solo rezarle a Ella, puedes curarte de todas las enfermedades. Al regar Tulasī, uno puede liberarse del miedo incluso de la muerte".
Los rituales asociados a su cuidado implican regar la planta diariamente, mantener la zona despejada y libre de suciedad e impurezas, cantar oraciones, circunvalarla, y construir un jardín o una estructura especialmente diseñada para su alojo, el cual puede ser acompañado de elementos decorativos con el fin de transformarlo en un altar, de igual modo, debemos entregarle toda clase de ofrendas, ya sean flores, alimentos o inciensos, tal como se hace con las estatuas o imágenes de Dioses. Un jardín de Tulasī, o un espacio con su presencia, se convierte en un sitio idóneo para meditar y ejercer el culto, libre de impurezas y de negatividad.
- Rudraksha (Elaeocarpus angustifolius)
El árbol de Rudraksha se distribuye desde la llanura del Ganges, en las estribaciones del Himalaya, hasta Nepal y el sudeste asiático. Suele crecer hasta alcanzar los 30 metros de altura, generalmente con raíces de contrafuerte en la base del tronco, las cuales sobresalen profusamente. Sus hojas de tipo perenne poseen estrías onduladas en los bordes y una estrechez hasta el pecíolo, siendo verdes la mayor parte de la temporada, y tornándose de color rojo brillante antes de caer. Las flores están dispuestas en racimos de cinco sépalos, que destacan por su color blanco cremoso. Este árbol brinda un fruto carnoso que pertenece a la familia de las drupa, siendo su semilla un artículo ampliamente utilizado y requerido para la fabricación de collares, guirnaldas y rosarios.
Rudraksha es el árbol sagrado del Señor Shiva, siendo uno de sus atributos característicos. De hecho, etimológicamente la palabra "Rudraksha" se traduce del sánscrito como "Ojos de Rudra", siendo "Rudra" una de los principales personalidades o aspectos de Shiva en su rol como desintegrador y destructor de la materia.
En uno de los libros sagrados más importantes del hinduismo, el Rig-Veda, podemos leer: "Rukha Dravyati Iti Rudra", que significa, "Rudra es quien erradica la miseria". Esto se debe al hecho de que Shiva, en su faceta como Rudra; es quien se encarga de disolver la ilusión del mundo físico que nos mantiene esclavizados, destruyendo las impurezas. Por ello se describe a Rudra como un poderoso guerrero y un feroz cazador de carácter colérico y salvaje, puesto que condensa la energía que se activa cuando Shiva cesa su Danza de la Destrucción.
Todo esto se explicó de manera detallada en la siguiente publicación:
Por lo tanto, se afirma que el Rudraksha lleva las bendiciones Divinas del Señor Shiva, las cuales emanan como lágrimas que brotan directamente desde sus ojos. Este árbol, así como los objetos elaborados a partir de sus semillas, tienen la particularidad de emitir ondas magnéticas de radio que ayudan a mitigar el estrés, a regular la presión arterial, mejorar la concentración y proteger de energías dañinas, junto con ser sinónimo de desarrollo espiritual y eliminación de obstáculos.
- Higuera de Bengala (Ficus benghalensis)
La Higuera de Bengala es el árbol nacional de la India, y también, uno de los más grandes de todo el mundo en cuanto a cobertura por dosel, pudiendo alcanzar un perímetro que abarque cientos y miles de metros. Incluso, hay ejemplares de esta especie que ostentan Récords Mundiales Guinness producto de sus colosales dimensiones, como es el caso de un ficus ubicado en Anantapur, India, llamado "Thimmamma Marrimanu", que cubre un total de 19.107 metros cuadrados, siendo conocido como el bosque de un solo árbol. Otros especímenes notables de la India, incluyen al ficus ubicado en Shibpur llamado "Gran Baniano", que tiene un área total de 18,918 metros cuadrados, y el "Dodda Aladha Mara", ubicado en Kettohalli, con un total de 12.000 metros cuadrados.
Estas dimensiones colosales se deben al hecho de que la Higuera de Bengala posee la notoria particularidad de tener una serie de protuberantes raíces aéreas que emanan directamente desde su tronco, y que destacan por crecer de manera vertical. Posteriormente, dichas raíces llegan hasta el suelo para luego engrosar hasta el punto de parecer verdaderos troncos.
En cuanto a propiedades medicinales, la corteza y las yemas de las hojas del árbol de Higuera, son útiles para detener la secreción, el sangrado, la diarrea crónica, el vómito y la disentería. Su fruto ejerce un efecto calmante sobre la piel y las mucosas, aliviando la hinchazón y el dolor. También sirve como purgante. Las raíces tiernas de este árbol se consideran beneficiosas en el tratamiento de la esterilidad femenina. Una ducha regular del tracto genital con una decocción de la corteza del árbol de Higuera, resulta útil para tratar la leucorrea, y en general, para mantener saludables los tejidos del tracto vaginal. Su corteza también se utiliza para tratar el diabetes.
En el Hinduismo, este árbol es de especial importancia. Primero, al tener la capacidad de sobrevivir y de crecer durante siglos; se le compara con el refugio imperecedero que Dios le brinda a sus devotos. De hecho, la Trimūrti o Sagrada Trinidad Hindú, es representada por medio de este árbol, siendo Vishnu la corteza, Shiva las ramas, y Brahmā las raíces.
De igual modo, el Señor Dakshinamurthy es siempre retratado debajo de un árbol de Higuera, ya sea en una postura meditativa que indica un profundo estado de trance, o bien, en compañía de sus discípulos y devotos. Dakshinamurthy es la personificación misma de la sabiduría y la eminencia espiritual; reverenciado como el gurú supremo y una de las personalidades más importantes de Shiva.
Es costumbre que en la India se reúnan los devotos a estudiar y charlar debajo de estos árboles, puesto que pueden albergar a grandes multitudes.
También es sinónimo de pureza, ya que debajo del Ficus no crecen malezas ni malas hierbas.
Por si fuera poco, la Higuera de Bengala es uno de los árboles que se identifica con el "Kalpavriksha", un árbol divino que emergió de las aguas primigenias durante el proceso de agitación del océano, acontecimiento ocurrido al inicio de los tiempos cuando Dioses y demonios batieron las aguas. "Kalpavriksha" significa "árbol de las edades", y tiene la fama de conceder y cumplir deseos.
Este árbol también es sagrado para los budistas. Después de alcanzar la iluminación, se afirma que el Señor Buda se sentó bajo un árbol de Higuera durante siete días, absorto en su nueva realización espiritual.
- Flor de Loto (Nelumbo nucifera)
La flor de loto es una planta acuática que crece en las llanuras aluviales de ríos lentos, pantanos, lagos, albercas y estanques. Las semillas del loto se plantan en las profundidades de las aguas, y con el tiempo, al germinar; va desarrollando tallos gruesos que emergen hacia la superficie, en donde finalmente el capullo se abre al entrar en contacto con el sol, reluciendo una bella flor de tonalidades rosáceas y blanquecinas que parecieran flotar sobre las aguas.
El loto tiene la notable capacidad de regular la temperatura de sus flores dentro de un rango determinado, tal como lo hacen los humanos y otros animales de sangre caliente. Esto les sirve tanto para poder desarrollarse bajo aguas, como para poder adaptarse a varios tipos de clima y/o temperatura. De igual modo, sus semillas pueden sobrevivir a lo largo de cientos y miles de años, para luego germinar y desarrollarse sin problema. Por ejemplo, en China germinaron unas semillas de loto que tenían 1.300 años de antigüedad.
Todas las partes del loto son consumibles, conteniendo muchas propiedades medicinales, destacando su papel como antiinflamatorio, antidiabético, astringente, hipoglucemiante, antipirético, antioxidante y diurético. Sus hojas se utilizan para tratar la hematuria, la epistaxis y la hematemesis, mientras que sus flores reducen los niveles de azúcar y de sodio en la sangre, cesan la diarrea, tratan el cólera, la hipodipsia y los cálculos biliares. La raíz de loto es rica en vitamina C (73%), calcio, proteína, fibra y sacarosa, mientras que sus semillas poseen una variedad de aminoácidos esenciales, incluyendo altos contenidos de albúmina, globulina, ácidos grasos insaturados, carbohidratos, vitaminas (VB1, VB2, VB6, y E), calcio, hierro, zinc y fósforo. Su poder antioxidante protege y estimula al sistema inmunológico y combate a los radicales libres.
La Flor de Loto es uno de los íconos más emblemáticos del Hinduismo, así como de muchas otras religiones orientales. Su importancia radica principalmente en su significado alegórico, transmitiéndonos una enseñanza de pureza y rectitud. Recordemos que el loto emerge desde las profundidades del agua estancada, y a pesar del entorno sucio en el que nace y crece; su flor jamás se ensucia. Esta alegoría espiritual nos transmite la idea de que no debemos contaminarnos con el ambiente turbio y pecaminoso que nos rodea en el día a día, y que debemos permanecer inmaculados, tal como hace el loto. Por ello, también simboliza la iluminación espiritual, siendo recurrente que muchos mantras y oraciones exalten a la flor de loto como un mecanismo idóneo para fomentar el desarrollo interno e invocar la gracia Divina.
Los textos sagrados recurrentemente comparan y relacionan a Dios con el loto. Por ejemplo, en el Śrīmad-Bhāgavatam 1.8.22 se lee:
"Mis respetuosas reverencias sean para Ti, ¡oh, Señor!, cuyo abdomen está marcado con una depresión semejante a una flor de loto, quien siempre está adornado con guirnaldas de flores de loto, cuya mirada es tan fresca como el loto, y cuyos pies están grabados con flores de lotos".
Además, el loto representa un estadío extremadamente alto de conciencia, junto con un desarrollo espiritual avanzado. Por ello es que casi todos los Dioses hindúes se representan sentados iconográficamente sobre una flor loto, o bien, la portan en sus manos.
Algunos Dioses que siempre llevan el loto o que se relacionan con ella, son; Vishnu, Krishna, Ganesha, Lakshmi, Vārāhī, Brahmā, Sarasvatī, Sūrya, Tripura Sundari y Kamala. En el Budismo y en el Jainismo, los Budas y Tirthankaras, respectivamente, también suelen ser representados con una flor de loto, siendo de igual modo sagrado en aquellas religiones.
En el Hatha Yoga, así como en otras prácticas meditativas, existe una postura muy importante y eficaz, la "padmāsana" o "posición de loto", la cual se encarga de emular la forma de esta flor. Padmāsana fomenta la concentración, relaja el cuerpo y promueve la circulación sanguínea. Muchos Dioses y Gurús, así como Budas y Tirthankaras, son retratados en esta postura, indicando un alto desarrollo espiritual. Por si fuera poco, durante unas excavaciones arqueológicas en Mohenjo-Daro, se descubrió una antigua reliquia que actualmente se conoce como "Sello de Pashupati", que representa a Shiva sentado en una posición de loto, siendo una de las representaciones religiosas más antiguas, puesto que dicho sello data del Período Intermedio de la Edad de Bronce, cerca del 2.350 a.n.e. Esto demuestra lo importante y lo trascendental que ha sido el loto y el yoga para las culturas indias.
El Bael es un árbol aromático y espinoso de tamaño mediano que alcanza un promedio de 10 a 12 metros de altura, creciendo principalmente en zonas tropicales de la India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal y China. Las hojas son brillantes, presentando un color marrón y rosado, mientras que sus flores fragantes, que aparecen de abril a julio en la India, tienen entre 4 a 5 pétalos carnosos de color blanco. El Bael produce un fruto redondo con una fina cáscara leñosa, siendo de color amarilla cuando se encuentra madura. Su pulpa es pastosa, dulce y fragante.
Las hojas, la corteza, las raíces, los frutos y las semillas se utilizan en la medicina producto de sus propiedades benéficas, siendo ricas en vitamina C, vitamina B2, niacina, caroteno, pectinas, proteínas, y una sustancia única llamada aegeline, que se utiliza como suplemento para la pérdida de peso y el rendimiento deportivo. En general, este árbol tiene harta eficiencia para tratar la diarrea, la disentería, parásitos intestinales, ojos secos, resfriados, estreñimiento crónico y obesidad.
El Bael es sagrado producto de su relación con el Señor Shiva. Las hojas de este árbol crecen en pecíolos compuestos por tres hojas, asemejándose al tridente Divino de Shiva. Por esta razón, son ampliamente utilizadas como tributo, y arrojadas sobre el Shivalingam durante las ceremonias y rituales. Plantar estos árboles alrededor de la casa o en el templo es santificador, y equivale a adorar al Señor Shiva. En el Rig-Veda también se relaciona el Bael con la Diosa Lakshmi y la Diosa Sati, que son manifestaciones muy propicias y benéficas de la energía Celestial.
- Banano / Árbol de Plátanos (Musa paradisiaca)
Aunque erróneamente se le llame "árbol", lo cierto es que el banano es en realidad una hierba de grandes dimensiones, y como tal; carece de tronco. En su reemplazo, posee vainas foliares que se engrosan para formar estructuras llamadas pseudotallos, que pueden alcanzar los 7 metros de altura y unos 30 centímetros de diámetro basal, dando la impresión de que se trata de un verdadero árbol. El Banano es originario de la región indomalaya, abarcando todo el sur y el sudeste asiático, aunque actualmente es cultivado en todas las regiones tropicales del mundo, llegando a producirse alrededor de 30 millones de toneladas de su fruta; el plátano o banana. Esta fruta contiene ricos aportes nutricionales de vitamina C, E, K y B6, minerales como el magnesio, el manganeso, el potasio y el ácido fólico. El plátano ayuda a mantener la salud muscular, estimula el sistema nervioso para evitar la sensación de fatiga, controla el ritmo cardiaco y mejora la presión sanguínea. Las hojas del banano cuentan con antioxidantes tales como la alantoína y lignina, y también son ricas en hierro, calcio, azufre, fósforo y vitaminas A, B1, B2, B6, y C.
La ofrenda religiosa de plátanos es muy recurrente al momento de adornar un altar, siendo uno de los principales alimentos que el devoto le entrega a Dios. De igual modo, es una de las frutas preferidas del Señor Ganesha, Vishnu y Lakshmi. Las hojas del banano se utilizan para servir y repartir el "prasad" entre los asistentes a una ceremonia o ritual. El banano también se asocia con la fertilidad, prosperidad y generosidad, por lo tanto, en Oriente existe una costumbre tradicional de que se planten o se coloquen árboles de plátano con ramas floridas en la entrada de un salón de bodas, así como en la casa de cada enamorado. Se afirma que Vishnu y Lakshmi, la pareja Divina, bendicen a los novios con una vida matrimonial feliz. En la astrología india, el cuidado y la veneración del árbol de plátano ayuda a mitigar los efectos negativos de Brijaspati (Júpiter). Para ello, el devoto tiene que venerar al banano cada jueves mientras vierte agua sobre sus raíces y camina en círculos a su alrededor durante nueve veces. Las raíces del árbol se atan con un hilo amarillo y se llevan en el dedo índice para aprovechar los beneficios ocultos de la planta.
- Palma de Coco (Cocos nucifera)
La palma de coco pertenece a la familia de las palmeras, pudiendo crecer hasta los 30 metros de altura. Sus hojas se caracterizan por tener una estructura pinnada, es decir; surgen en múltiples puntos a lo largo de un eje común, pudiendo llegar a medir un total de 5 metros. Este árbol es nativo del Indo-Pacífico, siendo actualmente cosmopolita, prosperando en suelos arenosos y ecosistemas cálidos, puesto que son poco tolerantes al frío. El fruto, es decir, el coco; es una drupa recubierta por una cáscara dura de color marrón, una pulpa carnosa de color blanco, y un jugo que se forma a partir de un proceso osmótico gracias a la acción de sus raíces, las cuales distribuyen el agua desde el suelo. El coco es un alimento altamente rico en proteínas, vitamina E, vitamina C, B1, B2, minerales como el potasio, fósforo, calcio, cobre, manganeso, selenio, zinc y hierro. El coco ayuda al mantenimiento de la función muscular, controla los niveles de azúcar en la sangre, estimula al sistema inmunológico, regula la presión arterial, disminuye los triglicéridos, es energizante, antimicrobiano, antioxidante, diurético y laxante.
Un coco es un elemento esencial en las ceremonias religiosas, siendo de igual modo uno de los principales alimentos que se ofrece como tributo en los altares y rituales. Esta fruta es muy preciada por Dioses como Ganesha, Indra, Lakshmi, Sarasvatī, Kārttikeya y Shiva. Los devotos inician el comienzo de cualquier actividad nueva rompiendo un coco frente a un ídolo para asegurar las bendiciones de los Dioses y la finalización exitosa de la respectiva actividad. Esto se debe al hecho de que el coco esconde una alegoría espiritual muy importante. La tierna semilla blanca de un coco está cubierta por capas de fibra. Al desnudar la fibra, nos despojamos de los deseos. Al romper el coco, también estamos rompiendo nuestro ego o Ahankara, ya que Dios espera que sus devotos sean puros y sin ego. El núcleo blanco y suave dentro del fruto representa nuestro cerebro, mientras que el jugo equivale a los sentimientos adyacentes del mundo ilusorio; el egoísmo, los celos y la ira. Antes de ofrecer el coco a Dios, se vierte el jugo interior, lo que significa que debemos eliminar nuestros vāsanās o pensamientos pecaminosos. Por lo tanto, romper un coco representa nuestra máxima entrega a Dios. El coco también es símbolo de fertilidad, por lo que a las mujeres que abrigan el deseo de tener un hijo, se les entrega un coco como prasad por parte del sacerdote. De manera similar, en bodas y otras ocasiones auspiciosas, se coloca un coco en el pandal erigido para la ceremonia.
- Árbol de neem (Azadirachta indica)
El Neem es un árbol de crecimiento rápido que puede alcanzar una altura de 15 a 20 metros. Sus hojas pinadas se extienden a lo largo de muchas ramificaciones con pecíolos cortos y coloración verdosa. Este árbol posee flores blancas y fragantes que están dispuestas en panículas axilares de hasta 25 centímetros de largo. El Neem puede crecer en muchos tipos diferentes de suelo y ecosistemas, teniendo alta resistencia a la sequía, sin embargo, prospera mejor en suelos tropicales, arenosos y con aguas subterráneas. Sus frutos, del mismo nombre, son drupas que visualmente se asemejan a las uvas verdes; teniendo forma ovalada, cascara verdosa, pulpa amarillenta, sabor dulce, y con un diámetro de 14 a 30 milímetros. El árbol de neem es utilizado para mantener bajos los niveles de azúcar en la sangre, también alivia inflamaciones e irritaciones cutáneas, trata las hemorroides, encías sangrantes, ulceras de lepra, combate parásitos externos de la piel y el cabello, reduce la fiebre, elimina radicales libres, trata problemas digestivos, mejora el sistema circulatorio y previene enfermedades dermatológicas. De igual modo, este árbol se utiliza como un pesticida natural que mantiene alejado a los insectos de las cosechas y hogares, junto con ser un contribuyente a la anti-desertificación.
El árbol de neem se considera sagrado por el hecho de que se relaciona con la Diosa Shitala, quien condensa una energía muy propicia y altamente vibrante si se le invoca, siendo venerada como Diosa de la medicina, las enfermedades, las pestes y la buena salud. Por esto, es muy usual que los altares y que incluso los templos se edifiquen alrededor de estos árboles, siendo común encontrarlos encontrarlos en su interior. La quema de sus hojas se utiliza para alejar a los malos espíritus y remover energías dañinas. Siempre hay un árbol de neem en los templos de Shitala y en el hogar de sus devotos.
El Sándalo es un árbol tropical originario del sur de la India y del sudeste asiático, llegando a medir entre 4 a 10 metros de altura. Esta especie crece en bosques secos y lugares costeros, siendo muy tolerante a la sequía y a temperaturas que van desde los 0 a los 38°C. El árbol comienza a florecer después de 7 años, presentando flores blancas que con el tiempo se tornan rojas o anaranjadas. La parte más preciada de este árbol es el tronco y la corteza, de los cuales se extrae un aceite que se utiliza para tratar infecciones del tracto urinario, problemas digestivos, musculares y dermatológicos. Sus propiedades ayudan a proteger la piel del cáncer, ya que tiene un componente llamado α-santalol, también ayuda a la cicatrización de heridas, reduce la ansiedad y mejora la concentración, siendo muy utilizado en la aromaterapia. Debido a sus propiedades conservantes y antisépticas, el sándalo a menudo se usa como un ingrediente importante en la fabricación de jabones, cosméticos y diversas cremas de belleza, siendo un excelente aliado para cuidar y tratar la piel. Respirar vapor de Sándalo ayuda a los pulmones y descongestiona las vías aéreas, alivia la bronquitis y elimina el exceso de mucosidad.
El sándalo se utiliza en ceremonias sagradas, y también para depurar lugares contaminados con malas energías, siendo muy empleado como incienso. El sándalo se considera la epítome de la excelencia en cuanto a propiedades espirituales, impartiendo una fragancia que nutre la conciencia del devoto y aleja el mal. Muchos ídolos están tallados con esta madera, al igual que templos, altares y otras edificaciones. Producto de sus cualidades, los devotos utilizan la madera de sándalo en la cremación de los difuntos, siendo una parte importante de la pira funeraria. Incluso, una práctica similar también se puede encontrar en el Antiguo Egipto, puesto que el sándalo se utilizaba para embalsamar a las momias. El sándalo también es sagrado en el budismo, y las primeras estatuas de Buda fueron elaboradas a partir de este árbol, puesto que era lo más cercano a la presencia física de una persona tan kármicamente perfecta. De igual modo, el maestro Buda fue incinerado en una pira funeraria hecha con madera de sándalo.
La cúrcuma es una planta herbácea y perenne que pertenece a la familia del jengibre, siendo originaria de la India y del sudeste asiático, tendiendo a crecer en zonas tropicales cuyas temperaturas oscilen entre los 20 y 30 °C. Esta planta puede alcanzar hasta 1 metro de altura, teniendo un rizoma tuberoso con numerosas raíces delgadas de color amarillo, de las cuales se extrae el cúrcuma como tal. Sus hojas son de color verde, y de ellas emerge una flor fragante de color rosado, visualmente similar al loto.
La cúrcuma es muy preciada por sus propiedades tanto medicinales como culinarias, presentando compuestos bioactivos que la transforman en un alimento con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antitumorales, digestivas, dermatológicas, anticancerígenas y hepáticas. La cúrcuma ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cáncer, mejora la digestión, combate la dispepsia, la gastritis, el estreñimiento, los cólicos, mejora la función hepática, alivia dolores articulares y reumáticos. La cúrcuma destaca por su contenido en vitamina B3, vitamina C, vitamina E, y minerales como el potasio, fósforo, magnesio y calcio.
En el hinduismo, la cúrcuma se considera auspiciosa, y se utiliza como ofrenda en los altares y ceremonias.
La cúrcuma es uno de los materiales preferidos que los devotos suelen utilizar en la elaboración de los "tilakas" y los "bindis", que son los típicos puntos y marcas rojas que llevan los indios dibujados en la frente y en el entrecejo, siendo una manera de expresar devoción y desarrollo espiritual, puesto que se plasma justo en el chakra de la frente (agñá o tercer ojo). Debido a que la cúrcuma se asocia con la fertilidad y la prosperidad, se usa durante la ceremonia haldi (matrimonio tradicional hindú), en donde el polvo se mezcla con agua para formar una pasta que los miembros de la familia lo aplican en la cara y el cuerpo de los novios. Esto significa la purificación ritual de la nueva pareja, y sirve como bendición de fortuna y prosperidad.
En oriente, especialmente en la India, existen festivales en donde el cúrcuma adquiere especial protagonismo, destacando el "Somvati Utsav" o "Festival de Bhandara", en donde los devotos usan el polvo dorado del cúrcuma para adorar al Dios Khandoba y celebrar su victoria sobre los demonios Mani y Malla. En este festival, los devotos se reúnen masivamente para ser impregnados con cúrcuma de pies a cabeza, para luego efectuar diferentes ceremonias, ritos y actos religiosos.
- Higuera Pipal (Ficus religiosa)
La higuera pipal es un árbol siempreverde que pertenece a la familia de los higos, llegando a medir entre 15 a 30 metros de altura. Sus hojas son coriáceas, presentando una forma triangular de las cuales emergen flores de tonalidad verde-purpúrea en su madurez. Su tronco es grisáceo, y puede llegar a desarrollar hasta 3 metros de diámetro. Una de sus características más llamativas, es que la higuera pipal produce múltiples raíces adventicias que emergen a partir de sus ramas, las cuales, posteriormente; adquieren un grosor protuberante, creando la sensación de un bosque a partir de un solo ejemplar, tal como ocurre con la Higuera de Bengala. Este árbol se utiliza en la medicina para tratar el asma, el diabetes, los problemas gástricos, la diarrea, la epilepsia e infecciones de diversos tipos. También aumenta el apetito, disminuye la hinchazón, y posee propiedades antioxidantes, antihelmínticas, antimicóticas y anticolvulsivas. Además es rico en proteínas, lípidos, calcio, sodio, potasio, fósforo, vitamina K, lanosterol, quercetina, carbohidratos, alcaloides, flavonoides, taninos, miricetina y b-sitosterol. Se ha comprobado que la higuera de pipal es uno de los árboles que produce las mayores cantidades de oxígeno, liberándolo incluso de noche.
En el hinduismo, la higuera pipal se ha venerado desde el nacimiento de la civilización india, habiéndose encontrado sellos con más de dos mil años de antigüedad en donde se aprecian relieves de este árbol. Con el paso del tiempo, también se transformó en un árbol sagrado del budismo y del jainismo. Por ello se le conoce como "Higuera Sagrada", "Higuera del Templo", o "Higuera de la Iluminación", y de allí que su nombre científico sea "Ficus Religiosa". Este árbol se asocia con el Señor Vishnu y el Señor Krishna, e incluso, Krishna murió bajo este árbol, después de lo cual comenzó el actual Kali Yuga. Los yoguis y ascetas suelen meditar bajo estos árboles, y se narra que el maestro Siddhartha Gautama Buda alcanzó la iluminación en un bosque de pipal tras severas penitencias. El cuidado y la devoción de este árbol produce buen augurio y ayuda a eliminar los obstáculos planetarios.
- Datura (Datura stramonium)
La Datura pertenece a una familia de flores altamente tóxicas, producto de poseer alcaloides venenosos como la hiosciamina, escopolamina y la atropina, que pueden resultar mortales incluso en bajas concentraciones. Las especies de datura son frondosas y perennes, pudiendo alcanzar los dos metros de altura. Sus hojas son siempreverdes y con un margen lobulado de hasta 20 centímetros, mientras que la flor presenta una muy característica forma de trompeta (a veces estrellada) con una tonalidad rosácea y blanquecina. El fruto de las datura es similar a un erizo de tierra; siendo ovalado y recubierto por espinas, de hecho, "datura" significa "manzana espinosa".
Pese a ser altamente tóxica, la datura también presenta propiedades medicinales, pero su manejo requiere de usuarios altamente capacitados, generalmente sacerdotes, chamanes o saddhus (santos).
En cuanto a efectos negativos, las datura producen delirio anticolinérgico, hipertermia, taquicardia, ilusiones, rigidez muscular, retención urinaria, parálisis temporal, midriasis, fotofobia, disoria, amnesia, arritmia, convulsiones y coma, pudiendo llevar a la muerte de quien la consuma.
En cuanto a efectos positivos, la datura posee propiedades analgésicas, antihelmínticas y antiinflamatorias, y, por ende, se utiliza para tratar dolor de estómago e intestino, infestación por gusanos, dolor de muelas y fiebre. El jugo de su fruto se aplica en el cuero cabelludo para tratar la caspa y la caída del cabello. También resulta muy útil para combatir el insomnio. Esta planta, pese a su toxicidad, es muy preciada por sus fuertes efectos alucinógenos y enteogénicos.
La datura se considera sagrada puesto que es una de las especies más cercanas a Shiva.
Al comienzo de los tiempos, cuando Dioses y demonios batieron las aguas primigenias del cosmos, se produjo una inundación universal causada por un mar de veneno llamado "Halahala", que trajo consigo el colapso de toda la existencia.
Para detener el caos, los Dioses recurrieron a Shiva, quien estaba sumido en un profundo trance meditativo. Una vez despierto, el Señor se llenó de compasión por los habitantes del universo, quienes se hallaban en inminente peligro de extinción. Si bien todo el cosmos y todos los planos de existencia se hallaban inundados por veneno, gracias a la ayuda de sus poderes místicos, Shiva redujo el mar infinito en apenas unas gotas, luego las recogió sobre su palma y las bebió. El veneno dejó una coloración azul en el cuello de Shiva, y desde entonces se le conoce como "Viṣakaṇṭha" ("quien tiene veneno en la garganta") y "Nīlakaṇṭha" ("el de la garganta azul").
Se cree que la flor de datura es uno de los remanentes que recuerda el episodio del mar de veneno, producto de su gran toxicidad. Shiva puede consumir veneno producto de su desarrollo interno y de sus cualidades como yogui de alto nivel, no así una persona común y corriente. Únicamente los santos y monjes ascetas que siguen reglas muy estrictas son capaces de consumirla sin problemas y de administrar su uso para fines enteogénicos y medicinales.
Se medita en Shiva pensando que hay una flor de datura en su cabeza, a la cual debemos constantemente vertirle agua. De este modo, todos los venenos y tendencias negativas de nuestra psique se eliminan, tal como el veneno que amenazó al cosmos. La planta, junto con sus hojas, flores y frutos, se ofrecen ritualmente en la noche de "Mahāśivarātri" ("La Gran Noche de Shiva; su día sagrado y uno de los festivales religiosos más importantes del hinduismo). La flor también se usa para decorar altares y realizar ofrendas diarias.
Estas son algunas de las muchas plantas, flores, hierbas y árboles sagrados dentro del hinduismo.
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