> Hinduismo Sagrado: Kubera (कुबेर): Rey-Dios de la riqueza y Patrón del comercio

viernes, 21 de julio de 2023

Kubera (कुबेर): Rey-Dios de la riqueza y Patrón del comercio

Kubera es el Dios de la riqueza y la prosperidad; condensando una energía que se invoca con el fin de promover la buena fortuna y la erradicación de problemas relacionados con el plano ilusorio, como por ejemplo: "artha" (अर्थ), que significa prosperidad financiera.

El Señor Kubera es venerado como el dador de bienes, mostrándose generoso con quienes lo busquen de corazón; actuando como el guardián y custodio de todo bien. Kubera distribuye la riqueza de acuerdo a los méritos de la gente.

Kubera es conocido como el Señor de la riqueza y el rey de todos los Yakshas (espíritus benévolos de la naturaleza), siendo fuertemente venerado por prosperidad, abundancia y protección. Kubera es de igual modo uno de los ocho guardianes del planeta, rigiendo sobre la dirección norte. A menudo se representa a Kubera con un cuerpo regordete, adornado con joyas y gemas preciosas (en señal de abundancia) y un garrote de hierro (en señal de protección). Esto se debe al hecho de que Kubera no solo distribuye la riqueza, prosperidad y gloria, sino que también la mantiene y custodia. 

La energía y el rol de Kubera como entidad cósmica se encuentra ligada netamente con el bienestar material y transitorio de la vida (así como también hay Deidades que rigen los asuntos espirituales y trascendentales). Por ello, es usual que Kubera sea muy venerado por comerciantes y mercaderes, así como por todos aquellos que necesiten un impulso financiero o que estén pasando dificultades de dicha índole.


El papel de Kubera en nuestra vida se basa en la gratificación de los sentidos mediante la obtención de bienes materiales, que si bien no deben ser la prioridad ni el objetivo de nuestra existencia; sí son un medio para sobrevivir y sobrellevarla, en especial si el devoto sigue el camino del "Āśrama".

La filosofía hindú afirma que los bienes materiales, la opulencia y el dinero son una mera ilusión del mundo en que vivimos; por lo tanto, no debemos centrarnos en la complacencia de los sentidos, los cuales pueden incluso transformarse en un vicio que corrompe el corazón de los seres humanos, desviándolos de la espiritualidad y de la liberación (moksha), que deberían ser los objetivos principales a seguir para detener el ciclo infinito de nacimientos, muertes y mal karma.

Sin embargo, entendiendo el mundo en que vivimos (el Kali Yuga), el hinduismo enseña que un devoto puede tomar dos caminos diferentes para darle forma a su vida: "Āśrama" y "Sannyasa".

Sannyasa se define como la renuncia total hacia cualquier bien material. Este es el camino que toman las almas que se encuentran en un nivel superior, siendo más elevadas y puras que el resto. 

Las personas que lleven este estilo de vida se centran casi exclusivamente en la espiritualidad y la meditación, renunciando totalmente a cualquier tipo de actividad mundana y materialista, transformándose en eruditos ascetas que llevan una vida de anacoretismo y aislamiento. El camino de Sannyasa puede tomarse a cualquier edad, y es una característica de muchos santos, yoguis, monjes, eruditos, ascetas y gurús.  

Āśrama, por el contrario, antepone tres etapas secuenciales antes de tomar el camino de Sannyasa o renuncia: Brahmacharya, Grihastha y Vanaprastha.

"Brahmacharya" consiste en buscar conocimiento tanto espiritual (por ejemplo: estudiar las escrituras sagradas, acudir a los templos, ser guiados por un gurú, etc.), como académico (por ejemplo; terminar el colegio e ir a la universidad), y abarca generalmente el nacimiento, la niñez, adolescencia y adultez temprana. Brahmacharya es la fase que consolida la mente y personalidad del devoto; preparándolo para afrontar la vida e inculcándole los valores dhármicos (religiosos). Brahmacharya promueve la formación académica y busca preparar al individuo para el mundo laboral y religioso. El hinduismo no promueve la ignorancia, por el contrario busca que sus devotos sean personas intelectuales y cultas.

La segunda fase es "Grihastha", que se define como la vida matrimonial y la búsqueda de riqueza. Aquí, la persona comienza a trabajar con el fin de ganar dinero y de mantener a su familia; cimentando las bases para tener un futuro sólido y ejemplar. Grihastha abarca la adultez en adelante, y representa la etapa en donde más apegos físicos, sexuales, emocionales, ocupacionales, sociales y materiales existen en la vida de un ser humano. 

Luego sigue la fase de "Vanaprastha", que se define como el retiro gradual de las preocupaciones materiales y financieras. La persona que se encuentre en Vanaprastha podría definirse como un jubilado, o  bien, como alguien que ya dejó un legado sostenible para su familia. Las personas que se encuentren en esta fase comienzan a retirarse paulatinamente del mundo material y económico, poniendo mayor énfasis en la espiritualidad y estudio de las escrituras, tornándose cada vez más religioso y disciplinado. 

Ya finalmente encontramos la fase de Sannyasa; es decir, la renuncia absoluta de cualquier bien material y asunto mundano. Aquí, el devoto vive como un estricto asceta y anacoreta, centrándose exclusivamente en asuntos religiosos y espirituales, pudiendo incluso servir como gurú para educar al resto de almas condicionales.

Como se puede apreciar, el camino de Sannyasa se percibe como el principal objetivo de un alma encarnada en el plano físico, pues siempre estará al final de nuestra ruta.

Algunos toman Sannyasa a temprana edad, otros al final de Āśrama.

Entonces, Dioses como Kubera son muy útiles para acompañar a las personas que opten por el camino de Āśrama, es decir, para quienes busquen construir un futuro sostenible, tanto para ellos como para sus familias. 

Y uno de los principales objetivos de la fase Grihastha es "Artha", la búsqueda de riqueza y la complacencia de los sentidos. Y si esto se hace de manera responsable y dhármica no implica pecado ni consecuencias negativas para nuestra evolución. Kubera también es invocado para sobrellevar problemas relacionados a nuestra economía, siendo un llamado de prosperidad.

De hecho, en Japón se le venera bajo el nombre de "Bishamonten" (毘沙門天), siendo parte del grupo de los "Shichi Fukujin" (七福神) o "Siete Dioses de la Fortuna", venerados para invocar abundancia, protección, serenidad, prosperidad y armonía. Cabe decir que en la religión japonesa, Kubera o Bishamonten es representado de manera diferente a como se hace en la India, siendo retratado como un guerrero fuertemente armado y acorazado, en señal de enfrentar adversidades.

En el budismo el Señor Kubera es también venerado como una de las cinco expresiones de "Jambhala", que son las manifestaciones compasivas del Buda Supremo. En este caso, Kubera representa específicamente al Jambhala Negro, que beneficia económicamente a aquellos que tienen una mente virtuosa, purificando la mala suerte y removiendo obstáculos.


Dentro de los principales epítetos de Kubera se encuentran:

- Kameshvara: "Señor del Deseo"

Rajaraja: "Rey de Reyes"

Dhanadhipati: "Señor de la riqueza"  

- Dhanadá: "Dador de riqueza"  

- Gujia Adhipa: "Señor de lo oculto" 

- Guhyakadhipa: "Señor de Guhyakas" 

- Yaksharajan: "Rey de yakshas"

A continuación adjunto su mantra sagrado para invocar su bendición:




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