El culto de Kārttikeya se remonta a los mismísimos orígenes de la religión india, teniendo fuertes connotaciones mistéricas que lo retratan como Dios del orden cósmico, Patrón de la guerra, Comandante en Jefe de los Ejércitos Divinos, y a nivel espiritual; un foco de meditación, anacoretismo y juventud, teniendo además fuertes conexiones con el cúmulo estelar de las Pléyades. Iconográficamente se le retrata con dos tipos de apariencias; una que lo muestra como un guerrero fuertemente armado, llegando a poseer decenas de brazos y manos en las cuales porta diferentes tipos de armas, y otra representación que lo muestra como un niño inocente sobre un pavo real. Según el contexto, su número de cabezas varía en función de su manifestación, pero casi siempre se le describe con siete, al igual que las siete estrellas gigantes de las Pléyades, o bien con cinco cabezas pero con dos de sus madres adoptivas, o con una sola cabeza pero con seis de sus madres, es decir, siempre se encuentra involucrado con el numero siete.
Comandante en Jefe del Ejército Divino, nacido como destructor de demonios. Kārttikeya representa uno de los estados más elevados al que puede evolucionar un aspirante espiritual. Es por ello que su imagen se relaciona intrínsecamente con el pavo real, un animal que no solo simboliza belleza, perfección y esplendor, sino que además, producto de su excelente habilidad para cazar serpientes; simboliza la capacidad de transmutar el veneno del mundo material en el radiante plumaje de la iluminación. Los puranas retratan a Kārttikeya como hijo de Shiva y Parvati, siendo engendrado para salvar al universo de la tiranía del demonio Tārakāsura. También se interpreta como una energía empoderada que brotó desde el tercer ojo de Shiva.
En este Kali Yuga, el Santo Nombre de Kārttikeya actúa como una panacea para todos los sufrimientos. Aquellos que muestran amor por todos y cada uno de los seres vivos; libres de odio, celos, pasión, ira y avaricia, y que son firmes en la devoción a Kārttikeya, invariablemente obtienen tranquilidad mental y bienaventuranza eterna; ellos ni siquiera le temerán a la muerte. Los santos piadosos que obtuvieron la gracia infinita de Kārttikeya, expresaron su gratitud a través de importantes obras devocionales, las cuales, podemos utilizar para encomendarnos y solicitar la gracia de Kārttikeya, entre ellos destacan: "Thiruppugal" ("Santa Alabanza", compuesta por el santo Arunagirinathar), "Kanda Shasti Kavasam" ("Escudo de Kārttikeya", compuesto por el erudito Devaraya Swamigal), y "Kandar Kali venba" (compuesto por el asceta shivaísta Kumaragurupara Desikar). Y por supuesto, también tenemos su libro sagrado, el "Skanda Purāṇa", canalizado por el rishi Vyasa.
En los ídolos espirituales, Kārttikeya se muestra como un niño inocente, y se le suele adorar como "niño Dios". Esta primera forma de "Murti" o representación, va dirigida a los principiantes que recién se están involucrando en meditaciones y visualizaciones, puesto que resulta más fácil relacionarse con este tipo de formas. En contraste, su representación como guerrero fuertemente armado y acorazado, tiene el objetivo de sacudir nuestra mente para hacernos ver una perspectiva diferente de la realidad, en donde la belleza y la paz son simples ilusiones que envuelven nuestro entorno, y que la verdadera realidad resulta ser mucho más cruda, peligrosa y siniestra. Como Dios guerrero, fue designado a través del Altísimo como el Comandante en Jefe del Ejército Divino, y así, se convirtió en "Devasenāpati", que precisamente significa "Señor de los Guerreros Celestiales". Muchos estudiosos piensan que Kārttikeya fue la verdadera inspiración que tuvieron los escribas cristianos para retratar el mito del arcángel Miguel, ya que poseen muchos atributos en común. Se dice que el arma del Señor brilla intensamente como el fuego, y que a lo largo de las eras ha logrado destruir cantidades inconmensurables de entes regresivos y demonios, como asuras, rākṣasas y piśaćas.
Su nombre en sánscrito significa; "Hijo de las Pléyades", o "Proveniente de las Pléyades".
El cúmulo estelar de las Pléyades se encuentra ubicado a 445 años luz de la Tierra, precisamente en la constelación de Tauro. Las Pléyades se componen por un aproximado de 800 estrellas, sin embargo, son 7 las que destacan profusamente, debido a su gran luminosidad y tamaño, siendo cinco veces más grande que nuestro sol. Pero resulta curioso que, de estas 7 estrellas gigantes, únicamente 6 pueden ser vistas por el ojo humano. Aquella sobrante, invisible, sólo puede ser vista mediante instrumentos astronómicos de alto nivel, como por ejemplo, telescopios o sondas espaciales. Y es que son muchos los factores adversos que impiden que la séptima gigante pueda ser vista por el ojo humano al desnudo, entre ellos; distancia, magnitud de brillo, energía de radiación, condiciones atmosféricas, entre otros, e incluso, resulta curioso que el intenso brillo de las seis primeras estrellas sea un factor que opaque a la séptima, tornándola prácticamente invisible. Y pese a que Las Pléyades han sido estudiadas rigurosamente por decenas de civilizaciones del mundo antiguo, fue Galileo Galilei en el año 1610 quien se convirtió ("aparentemente") en la primera persona en poder observar a la séptima, gracias a la invención de los telescopios.
Quizás la pregunta que muchos tengan en mente es: ¿Qué tiene que ver todo esto con el Dios Kārttikeya?
Resulta que los sabios indios fueron los primeros en descubrir y confirmar que Las Pléyades poseen siete estrellas gigantes, y no seis como se creía. Posteriormente, este conocimiento llegó a otras culturas, como la griega, quienes las bautizaron bajo el nombre de las "Siete Hermanas". En la antigua religión griega, las Pléyades eran las siete hijas del titán Atlas, quien se vio obligado a sostener el planeta Tierra por toda la eternidad. Para salvar a las hermanas de ser violadas por el cazador Orión, Zeus las transformó en estrellas. Pero la historia dice que una de las hermanas se enamoró de un mortal y se escondió, por eso solo vemos seis estrellas. En las tribus australianas, las Pléyades se describen como un grupo de niñas que huyen de la constelación de Orión, a quien describen como un cazador de mujeres. Sin embargo, una de las hermanas fue asesinada, o bien, permanece oculta, y por eso vemos seis. Este mismo relato se repite a lo largo y ancho de todo el mundo, puesto que todas las culturas cuentan anécdotas similares, siempre involucrando a las Pléyades con el número siete, quienes huyen de Orión (esto se debe a que la rotación de la Tierra nos hace parecer que Orión persigue a las Pléyades a través del cielo). Sin embargo, todas reconocen que normalmente solo seis son visibles, y luego tienen una historia para explicar por qué la séptima es invisible. Y esto sigue desconcertando a los científicos modernos; ¿Cómo nuestros antepasados pudieron saber la existencia de una estrella invisible para el ojo humano?
Todas las pistas nos llevan a la India, y hay por lo menos 2 vestigios de ello.
En la India, se dice que las siete Pléyades son las esposas de los siete Rishis, quienes representan a la Osa Menor.
Pero más impactante todavía; se dice que las 6 estrellas visibles, son las tutoras o madres adoptivas de Kārttikeya; ¿con cuántas cabezas se representa a este Dios? Con 7. Kārttikeya es la estrella invisible, Él es la encarnación de la séptima, y por ello lleva el epíteto de "Guha", que significa "El Oculto" en sánscrito. Otras veces se le retrata con 5 cabezas pero acompañado por dos de sus tutoras, o bien, con seis de sus tutoras y una sola cabeza. Es decir, su iconografía siempre gira en torno al número 7, sumado a que su nombre literalmente significa "Hijo de las Pléyades" o "Proveniente de las Pléyades", y su apodo "Guha", osea; "El Oculto", en referencia a la estrella invisible.
Por ello, el sabio Vāmadeva dijo:
"Me inclino ante el misterioso oculto (Guha), el Dios secreto, poseedor del conocimiento secreto, que conoce el significado oculto de los textos sagrados. Me inclino ante aquel que conoce las seis formas y los seis significados de los textos".
Kārttikeya es el Dios secreto y oculto, puesto que representa a la séptima estrella invisible al ojo humano.
En el esoterismo, las Pléyades se relacionan con los más grandes misterios de la naturaleza oculta, y completan el más secreto y misterioso de todos los signos astronómicos y religiosos. Las Pléyades hacen referencia a un conocimiento oculto y altamente reservado, casi invisible para el ojo común, al igual que la séptima estrella gigante de su cúmulo. Este conocimiento se encuentra reservado únicamente para los verdaderos adeptos y buscadores de la iluminación, puesto que las religiones y ciencias esotéricas no se comparten abiertamente con todo el mundo, y muchos no la llegan a entender. De hecho, la palabra "esoterismo" viene del griego "esoterikós" (ἐσώτερος), que significa, "oculto", "intimo", "reservado" e "interior", y en sánscrito se utiliza el término "Rahasya" (रहस्य), que significa lo mismo. De aquí también deriva la palabra "hermetismo", que significa "impenetrable". Y el Hinduismo es por lejos uno de las mejores representantes de dichas corrientes, puesto que sus creencias y mensajes se hayan envueltos bajo profundas capas de alegorías, misticismo y metáforas herméticas que una persona no iniciada jamas llegaría a entender. Y esto no solo abarca los relatos y creencias, sino que también la mismísima apariencia de nuestros Dioses. Por ejemplo, un devoto verdadero sabe el mensaje y la intención que se oculta detrás de un Dios con diez cabezas y doce brazos, pero dicha imagen solo causaría confusión o rechazo en una persona que jamás haya estudiado la razón, y solo se dejaría llevar por lo que ve, es decir, por lo exotérico.
Como Dios proveniente de las Pléyades y encarnación de la séptima estrella invisible; Kārttikeya es un ángel o Deidad de las tradiciones esotéricas y herméticas más profundas y superiores de Oriente y Occidente, y es la encarnación de todo misticismo y ciencia mística. Es por eso que al principio mencioné que Kārttikeya representa uno de los estados más elevados al que puede evolucionar un aspirante espiritual, ya que prácticamente es el guardián y protector de todos los Secretos Divinos, Herméticos y Esotéricos. Debido a esto, se le conoce como "Subrahmaṇya Skanda", que significa "Defensor de todos los Sādhus". Sādhu significa "asceta" o "anacoreta", en referencia al estado supremo de conciencia y conocimiento al que pueden alcanzar las personas que dedican sus vidas a ello. También se le otorga el titulo de "Brahmaṇya"; "Protector de los Brahmanes".
Y es por esta razón que Kārttikeya muestra facetas que pueden ser tan contrastadas entre sí. Por ejemplo, ya mencioné que se le representa como un feroz guerrero, o bien, como un niño inocente. Pero también se le muestra como un monje célibe, casto y virginal, y al mismo tiempo; como un hombre casado, con hijos y esposas. De hecho, Kārttikeya posee dos esposas, Vaḷḷi-Amma y Devasenā. La primera es hija de un humilde cacique de una raza dada a la agricultura y la artesanía de la madera. Y la segunda, es hija del poderoso Dios Indra, quien rige el Reino Celestial. Esto esconde un mensaje muy importante; exotéricamente (es decir; a simple vista), nos dice que el Señor ama a todos por igual, y que acepta tanto a la gente humilde como a la élite, sin distinciones. Pero esotéricamente, estas dos consortes muestran que Kārttikeya une dos tradiciones espirituales diferentes; el culto religioso popular (exotérico), y la tradición hermética elitista (reservada o esotérica). Kārttikeya ama a sus dos esposas, sin distinción, y bendice tanto a los principiantes como a los maestros más avanzados. Incluso, cabe decir que Kārttikeya es conocido como "Malaikilavon", que significa "Señor de las Colinas", y muchos de sus templos fueron construidos en la cima de colinas o entre los bosques y baldíos. Esto indica que su culto tuvo y tiene una extensa popularidad entre la gente de estratos más bajos, mientras que al mismo tiempo, se le venera en los cultos esotéricos más sofisticados y complejos.
Otro punto sumamente importante que hace referencia a la conexión de Kārttikeya con las Pléyades, es que los entes regresivos, como parásitos astrales, asuras, demonios, rākṣasas y piśaćas, se mueven y trabajan infectando seis de nuestros siete cuerpos (Constitución Septenaria); el cuerpo físico (sthula sharira), el cuerpo astral (linga sharira), el cuerpo vital (pranas), el cuerpo pasional (kama), el cuerpo intelectual (manas), y el cuerpo espiritual (buddhi). Pero el séptimo cuerpo (el cuerpo divino o ātman) es inmune a toda influencia demoniaca y negativa. Los seis primeros cuerpos necesitan iluminación, realización, exorcismo, purificación, pero el séptimo permanece oculto, ya que representa la conexión más cercana entre un hombre mortal y el mundo divino. El séptimo cuerpo puede ser estimulado mediante la meditación y todas las técnicas espirituales que ofrece el hinduismo. Y para permanecer resguardados de entidades regresivas se necesita la encomienda de Dioses como Kārttikeya, quien radica en el séptimo.
Al igual que todos los Dioses hindúes, Kārttikeya tiene muchos epítetos, apodos y nombres sagrados que resaltan sus atributos. Entre los principales encontramos:
- Velāyudhan: "Aquel cuya arma es una lanza".
- Malaikilavon: "Señor de las colinas".
- Skanda: "Atacante" o "Saltador".
- Dandayuthapani: "Portador de armas".
- Murugan: "Manifestación de belleza".
- Hufa Weituo Zuntian Pusa: "Honrado Protector del Dharma"
- Kumāra: "Niño"
- Ṣaḍānana: "El de seis cabezas" [adicionales].
- Murukku: "Rigido" o "Musculoso".
- Guha: "El Oculto".
- Brahmaṇya: "Protector de los Brahmanes"
- Subrahmaṇya Skanda: "Defensor de todos los Sādhus".
- Devasenāpati: "Comandante de las fuerzas celestiales".
- Kaliyuga Varada: "Protector en la Era de Kali o KaliYuga".
- Tamil Kadavul: "Dios de los Tamiles"
- Kundrutor Aadum Kumaran" "El que reside en cada colina".
Como mencioné al comienzo de la publicación, el animal sagrado de Kārttikeya es el pavo real. El pavo real simboliza belleza, perfección y esplendor, y además, estos animales son excelentes cazadores de serpientes, lo que, alquímicamente, simboliza la capacidad de transmutar el veneno del mundo material en el radiante plumaje de la iluminación.
De igual forma, Kārttikeya porta como un gallo como emblema, y generalmente se le ve llevando un estandarte o bandera con este animal. Los textos dicen que Kārttikeya combatió contra el ejército demoniaco de Śūrapadma, y es su lecho de muerte, derrotado y temiendo por su vida; Śūrapadma le pidió misericordia al Señor Kārttikeya. Con mentalidad de niño, Kārttikeya perdonó al demonio por su error, y con una espada llameante partió a Śūrapadma en dos; una parte se convirtió en un pavo real, y la otra en un gallo. El gallo es el anunciador del nuevo día, denota esperanza, buen porvenir, nuevos comienzos. Este es un animal vigilante, consciente y observador, quien luchará empedernidamente con tal de proteger su hogar y familia.
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