> Hinduismo Sagrado: Brahmā (ब्रह्म); Creador del Universo material

martes, 22 de febrero de 2022

Brahmā (ब्रह्म); Creador del Universo material

Brahmā es la personificación de la fuerza creativa del universo, y por lo tanto, es el encargado de impulsar todo acto de generación y formación, siendo además el responsable de moldear el universo material, y junto con ello; diversos planos espirituales. Brahmā es el aspecto estático del principio creativo, mientras que su contraparte dinámica, es impulsada por la Diosa de la belleza y el conocimiento; Sarasvatī, quien se encarga de configurar la creación de Brahmā, por ello; ambos se retratan como pareja o matrimonio. Brahmā es conocido con el nombre de "Pitāmaha", que significa "Gran Abuelo" o "Gran Ancestro", ya que es el progenitor de todos los seres vivos y, por lo tanto, es visto y venerado como antepasado universal.



  • Brahmā: atributos, características, simbología.

El universo primigenio se desarrolló en un contexto de caos, y fue Brahmā quien se manifestó para disipar la penumbra, luego creó las aguas, fijó el cielo y moldeó los planetas, adecuándolos para la vida. También creó diversas entidades físicas y espirituales para que lo ayudaran en el proceso (los llamados "agentes de la creación").

Brahmā tiene 4 brazos, los cuales representan el dominio cuatridimensional del espacio-tiempo, en el que tienen lugar todas las manifestaciones de lo Divino.

Por otro lado, el número cuatro es realmente importante en la configuración básica del universo. Por ejemplo, cuatro son las etapas de la división celular, cuatro son las fases de la mitosis, cuatro son las direcciones cardinales, cuatro son las estaciones del año, cuatro  son los elementos primordiales, cuatro son las fases de la luna, cuatro son las fases del sueño, cuatro son las fases del ciclo menstrual, e incluso, la creación misma del universo pasó por cuatro etapas; inflación, confinamiento de quarks, nucleosíntesis y recombinación. En el sentido religioso, encontramos a los cuatro Vedas, los cuatro purusharthas, las cuatro ashrama, y las cuatro divisiones principales de la conciencia: mente (manas), intelecto (buddhi), ego (ahamkara) y el proceso reactivo emocional (chitta). De igual modo, cuatro son las eras "yuga" que dividen el ciclo de la existencia misma.

Por estas razones, Brahmā posee cuatro cabezas y cuatro brazos.

[Nota: en algunos dibujos, se ve que Brahmā posee únicamente tres cabezas, pero en realidad siempre tiene cuatro, ya que la cuarta mira hacia la espalda, y por ende, es imposible de dibujar. Esto da la impresión de que solo se le ha retratado con tres]. 


De igual modo, en otras representaciones se logra incluir la cuarta:


En una de sus manos, Brahmā sostiene un recipiente con agua ("kamandalu"), simbolizando al éter primordial que todo lo absorbe, y del cual surgieron los primeros elementos de la creación. 

En su otra mano, Brahmā sostiene un texto sagrado que representa a los Vedas, siendo sinónimo de conocimiento y sabiduría. 

En su tercer mano, el Señor lleva consigo un rosario de oración llamado "akṣamālā", que usa para contar el tiempo universal.

Finalmente, el último objeto que porta suele variar entre un cetro en forma de pala o cuchara grande ("sruva"), que se asocia con el derrame de ghee sobre el fuego sagrado de los sacrificios védicos, o bien, una flor de loto; símbolo de pureza y rectitud, y cuya alegoría nos transmite la idea de que no debemos contaminarnos con el ambiente turbio que nos rodea. Recordemos que el loto emerge desde las profundidades del agua estancada, y a pesar del entorno sucio en el que nace y crece; jamás se ensucia. 

Otro atributo que destaca dentro de su iconografía, es que generalmente se le retrata avejentado, con barba y cabellos blancos. Esto nos transmite la idea de que Brahmā fue el primer Dios que emergió de la creación, y por ende, el ancestro de todas las criaturas vivientes del mundo material. 


Algunos de sus epítetos son:

  • Lokesha: "Gobernante del mundo".
  • Prajāpati: "Señor de todas las criaturas". Con este nombre se le adoró en tiempos védicos. Otros lo interpretan como uno de sus agentes creativos.
  • Nābhija: "El Nacido del ombligo". Los textos hindúes explican de manera alegórica que Brahmā surgió de una flor de loto que brotaba del ombligo del Señor Mahā-Viṣhṇu. Esto se explica con sumo detalle en los párrafos siguientes.
  • Virinchi: "El Creador".
  • Sìmiànshén: Transcripción china del nombre "Brahmā". Se traduce como "Dios de cuatro caras"
  • Simianfo: "Iluminado de cuatro caras".
  • Chaturmukha: "El que tiene cuatro caras".
  • Bonten: Transcripción japonesa del nombre "Brahmā". Podría traducirse como "El celestial" o "Brahmā celestial". 
  • Brahmanarayana: "Mitad Brahmā mitad Vishnu".
  • Pitāmaha: "Gran Abuelo" o "Gran Ancestro".


Sus animales sagrados son el ganso y el cisne, que también utiliza como "vāhanas" (vehículos). 

Esotérica y alquímicamente, estos animales poseen un mensaje muy profundo e interesante.

Comencemos con el ganso. Este animal posee una habilidad especial para separar la leche del agua, lo que simbólicamente representa la capacidad para distinguir la realidad de la ilusión ("māyā").

Por su parte, el cisne representa la etapa de blanqueamiento en el trabajo de matraz alquímico, cuando la masa negra, que fue anteriormente calcinada en la fase de ennegrecimiento para digerirla en el matraz; comienza a adquirir una tonalidad blanquecina, que luego se convierte en burbujas de gas sobre los remanentes negros de la masa que se aíslan en el fondo, recordándonos la apariencia de los cisnes. 

Es cierto que el blanqueamiento, así como todas las etapas alquímicas pueden replicarse en el trabajo de laboratorio, pero, principalmente conllevaban un proceso místico, más que práctico. Y por eso es que las personas se confunden al leer los tratados alquímicos, pensando que los experimentos, como la piedra filosofal o la transmutación de metales, podrían ser replicados en un laboratorio, cuando en realidad, eran más bien un proceso de catarsis espiritual, muy complejo y excesivamente reservado. 

Los antiguos indios se caracterizaron por ser grandes alquimistas, y mucho de este conocimiento se exportó posteriormente a sitios como Grecia, Egipto y Medio Oriente. En la literatura hindú, el ave de Brahmā, llamado "hamsa", representa el Alma o Espíritu individual (nosotros) que busca unirse al Alma Universal (Brahman). Es decir, el vuelo de esta ave simboliza el intento de acercarse a "mokṣa", la liberación del ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación; el retorno a nuestros verdaderos orígenes. 

Esto es precisamente lo mismo que explicaron los alquimistas medievales, al decir que la masa blanquecina se separa del remanente oscuro para elevarse por los aires en forma de gas, intentando llegar al cielo (cuello del matraz).


  • Creación del universo y el nacimiento de Brahmā

Los textos sagrados de la India, nos dicen que en un principio no existía nada; ni la materia, ni el tiempo, ni el espacio. Podríamos definir esta condición como si fuese una especie de vacío, descrito como un mar de aguas amorfas condensadas con energía primigenia (Brahman).

[Nota: Brahman es el principio abstracto y trascendental del universo, el gran Dios, creador y origen de todo lo existente. Si bien ambos términos se parecen; Brahman no debe confundirse con Brahmā].

En un acto de auto-creación; el Señor Vishnu emerge de este caos primigenio en su forma de "Mahā-Viṣhṇu", un Dios celestial que se haya en un profundo y constante estado de sueño, el cual le permite expandir su mente a niveles creativos inconmensurables. En un momento dado, Mahā-Viṣhṇu soñó con crear un universo físico, y en ese momento brotó una flor de loto de su ombligo, de la cual emanó una energía llamada "Púrusha", y luego, se concibieron los primeros principios de la materia; "Prakriti". 

Púrusha y Prakriti se mezclaron entre sí, formando una especie de huevo dorado denominado "Hiranyagarbha", en donde todo el potencial creativo de Mahā-Viṣhṇu (energía, tiempo y materia) estaban siendo fecundados en su interior. 

La eclosión del huevo generó una explosión inmensa que terminó creando cientos y miles de universos materiales, entre ellos el que nosotros habitamos. 

Desde un punto de vista científico, la visión hindú sobre el origen del universo resulta asombrosa, puesto que están describiendo al pie de la letra los postulados actuales del Big Bang, solo que en lugar de una explosión, se habla de una eclosión; la eclosión del Hiranyagarbha, en cuyo interior se hallaban contenidos los principios necesarios para formar tiempo y materia, es decir; Púrusha y Prakriti, que perfectamente podría equivalen al "período de recalentamiento" del Big Bang; aquella fase transitoria en la que el universo estaba comenzando a formar las primeras partículas y constituyentes del futuro universo. Luego, la eclosión del huevo equivale a lo que establece el bosón de Higgs con los inflatones; los responsables de producir la gran explosión.

Cuando un universo es creado, Vishnu se expande y se manifiesta con otra forma divina, denominada; "Kṣīrodakaśāyī-Viṣṇu", el cual se encarga de entrar en cada átomo del mundo físico para dotarlo con gracia y energía divina. Esto significa que todos los cuerpos y objetos materiales del universo, desde los más pequeños a los más grandes; están hechos por el mismo principio divino, yaciendo Dios en todos y cada uno de ellos. Gracias a Kṣīrodakaśāyī-Viṣṇu, todos los seres vivos, sean humanos o animales, disponen de una partícula divina llamada "Paramātmā", que se traduce como "alma", nuestro vehículo espiritual con el que podemos entrar a planos superiores de conciencia, y la cual hace posible la reencarnación. Otra manifestación del Señor es "Garbhodakashayi Vishnu", que entra en cada uno de los universos para supervisarlos. Es por ello que etimológicamente "Vishnu" significa "Todo penetrante" o "El que todo impregna", puesto que yace en todos los universos. 

Esta ilustración refleja bastante bien lo anteriormente dicho. En la pintura observamos el trance creativo de Mahā-Viṣhṇu, mientras que las burbujas representan los miles de universos creados, y dentro de cada burbuja; se observa a Kṣīrodakaśāyī y Garbhodakashayi, que son sus proyecciones o manifestaciones. 

Para más información al respecto, visite:

El Sātvata-tantra resume lo anterior, diciendo: 

"Viṣṇos tu trīṇi rūpāṇi puruṣākhyāny atho viduḥ ekaṁ tu mahataḥ sraṣṭṛ dvitīyaṁ tv aṇḍa-saṁsthitam tṛtīyaṁ sarva-bhūta-sthaṁ tāni jñātvā vimucyate", 

Que significa:

"Para llevar a cabo la creación material, la expansión plenaria del Señor Kṛṣṇa adopta la forma de tres Viṣṇus. El primero de ellos, Mahā-Viṣṇu, crea la energía material total, conocida como el mahat-tattva. El segundo, Garbhodakaśāyī Viṣṇu, entra en todos los universos para crear diversidades en cada uno de ellos. El tercero, Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, se difunde en todos los universos, en forma de la Superalma omnipresente, y se conoce como Paramātmā. Él está presente incluso dentro de los átomos. Todo aquel que conozca estos tres Viṣṇus, se puede liberar del enredo material"


Ahora, los textos sagrados nos cuentan dos versiones sobre el origen de Brahmā. El primero, es que Brahmā nace junto con la eclosión del Hiranyagarbha, y la segunda, es que nace directamente del ombligo de Vishnu, emergiendo desde una flor de loto. Debido a esto se le conoce con el epíteto ya mencionado de "Nābhija", que significa "Nacido del ombligo". Pero independientemente de la versión, lo cierto es que Brahmā nace a causa de Vishnu. Es por ello que, iconográficamente, Brahmā siempre es retratado con barba y cabellos blancos, en señal de vejez. Esta es una manera de recordarnos que Brahmā fue el primer ser vivo de la creación.


  • Soplo de Vishnu - Año de Brahmā

Luego de haber entendido el nacimiento del universo, debemos pasar a ver otro tema igual de importante, el "Soplo de Vishnu", también llamado, "Año de Brahmā". 

Primero es importante que entendamos lo siguiente: el tiempo celestial, es decir, el tiempo de los Dioses, es completamente diferente al de los seres humanos en este planeta, y de hecho, en cualquier otro. Por ejemplo, un día en la vida de Brahmā, equivale a un total de cuatro millones trescientos veinte mil años terrestres (4.320.000), cifra que se conoce como "Mahā Yuga".  Y si a esto le sumamos la noche, obtenemos un total de ocho millones seiscientos cuarenta mil años terrestres (8.640.000).

Ahora, el hinduismo nos dice que todos los universos creados por Mahā-Viṣhṇu, poseen una duración limitada de existencia. Dicho tiempo se conoce como "Soplo de Vishnu", o "Año de Brahmā", y dura un total de 100 años divinos.

Si un día completo de 24 horas en el tiempo celestial dura ocho millones seiscientos cuarenta mil días terrestres, entonces, un año celestial es el equivalente a tres mil ciento diez millones cuatrocientos mil años (3.110.400.000). Y si se nos dice que el  "Soplo de Vishnu", o "Año de Brahmā", dura 100 años, obtenemos un total de trescientos once billones cuarenta mil millones (311.040.000.000.000), lo cual corresponde al ciclo total de vida de cada universo. Esa es la duración máxima. 

Una vez transcurrido dicho tiempo, todos los universos se destruyen en su totalidad, para luego volver a nacer. 

Por eso se le llama "Soplo de Vishnu", porque cuando Mahā-Viṣhṇu exhala en su profundo sueño; crea miles de universos, naciendo un Brahmā en cada uno de ellos, y cuando Vishnu inhala; todos los universos son absorbidos, destruyéndose por completo gracias a la acción del Dios Shiva, el aniquilador del universo, y quien permite que toda la materia pueda desintegrarse y ser purificada. Esto ya se explicó profundamente en los siguientes enlaces:


Producto de este acontecimiento, Brahmā, así como otros Dioses, terminan muriendo, o más bien; se disuelven en el Brahman inmortal abstracto, para luego volver a manifestarse. Este ciclo de nacimiento y destrucción se repite de forma perpetua, infinita e ininterrumpida. Por ejemplo, en el Bhagavad-gītā 8.19 se lee: "Multitudes de seres nacen repetidamente con la llegada del día de Brahmā, y ​​se reabsorben con la llegada de la noche cósmica, para manifestarse de nuevo automáticamente con la llegada del siguiente día cósmico".

Esto se ilustra con una historia narrada en el Bhāgavata Purāṇa, cuando Brahmā trató de probar a Krishna, encarnación de Vishnu.

Brahmā secuestró a todos los amigos y animales que vivían en la aldea de Krishna, trasladándolos a "Brahmā-Loka" (su plano espiritual), y los escondió allí. Krishna, siendo el Todopoderoso, entendió la situación perfectamente, y para solucionar el problema, se copió a sí mismo en la forma de todos los ciudadanos y animales desaparecidos. Después de un tiempo, Brahmā regresó a la misma aldea para averiguar el transcurso de la situación, pero se sorprendió al notar que allí estaban todos los ciudadanos y animales; viviendo sus vidas como si nada hubiese pasado. Brahmā sintió curiosidad, no podía explicarse cómo aquellos seres podían existir simultáneamente en dos planos distintos. Brahmā le preguntó a Krishna sobre cómo esto era posible. Krishna entonces, conmovedoramente cerró sus ojos y le ofreció una visión; Brahmā vio un número incontable de otros Brahmās en todas las formas de existencia; algunos tenían 10 cabezas, algunos 100, otros miles. Krishna luego le dijo cortésmente a Brahmā que él es solo el creador de este Universo, pero que hay otros Universos infinitos, cada uno con su propio creador, y cada uno manteniendo su propio ciclo de nacimiento y muerte. 

Así, a través de esta historia mencionada en el Bhāgavata Purāṇa, Krishna nos iluminó directamente con el concepto de Multiverso, así como la existencia de muchos Brahmās en cada uno de ellos.

La ciencia moderna nos dice que nuestro universo actualmente tiene unos catorce mil millones de años (14.000.000.000), lo que equivaldría a 50 años celestiales, o dicho de otro modo, la edad actual de Brahmā.

Por lo tanto, la cosmología hindú nos dice que Brahmā, e incluso gran parte de los Dioses, exceptuando algunos como Shiva, Hanumān, Shakti, Kali, Krishna, y lógicamente Mahā-Vishnu; viven solamente a lo largo de 100 años, para luego volver a manifestarse.

Los Vedas afirman que, al igual que nuestro universo, existen infinitos universos de varios tamaños y diferentes características. Estos universos se manifiestan a partir del cuerpo de Mahā-Vishnu. Cada vez que Él respira, se crean infinitos universos a partir de los poros de Su cuerpo divino. Y cuando exhala, se disuelven de nuevo mediante la intervención de Shiva. Por lo tanto, una respiración de Mahā-Vishnu equivale a 100 años de la vida de Brahmā. 

Ahora surge la pregunta; ¿por qué los Dioses mueren? ¿por qué están sujetos al ciclo de nacimiento y muerte? Gran parte de los Dioses existen por ser manifestaciones o ramificaciones del Brahman abstracto, por lo tanto, poseen un alma, pero un alma tremendamente elevada, suprema, trascendental. Dios les ha dado sus posiciones para cumplir con sus deberes; configurar y equilibrar el universo, así como ayudar a las almas mortales a que puedan acercarse al moksha (liberación) y al verdadero conocimiento, funcionando como nuestros guías y protectores. En el caso de Brahmā, existe para moldear los principios de la materia y posteriormente ver a su creación en vivo, y cuando muera, renace con una creación mejor, que vivirá y morirá de nuevo hasta que otro Brahmā tome su lugar. Él es una porción plenaria del Señor, pero debido a que está en contacto directo con la naturaleza material, no está exactamente en la misma posición trascendental que el Señor Vishnu o Shiva. La diferencia es así entre la leche y la cuajada; la cuajada no es más que leche y, sin embargo, no se puede usar en lugar de leche.

Pero esto no aplica para todos. Shiva por ejemplo es un Dios inmortal e imperecedero, siempre es uno y el mismo, no tiene origen ni tampoco final, y, al igual que Vishnu, es un "swayambhu", que significa "automanifestado", "autoexistente" o "que se crea por sí mismo". En el Skanda Purana 1.8.20-21 se lee: "Aquel que es Vishnu también es Shiva. Y aquel que es Shiva también es Vishnu". Esto quiere decir que ambos Dioses se encuentran en el mismo nivel cósmico, siendo inmortales e infinitos. Incluso, se les suele adorar bajo el nombre y figura de "Hari Hara", que unifica a ambos Dioses. Entonces, como Vishnu; Shiva tampoco se reabsorbe al final del ciclo cósmico, ya que Shiva es de hecho el destino final de toda creación, siendo el encargado de disolver la existencia material. Cada uno de los componente existentes en los múltiples universos, vuelven a Shiva para desintegrarse. Por ello es conocido por ser el Dios de la destrucción; siendo el encargado de regir un un proceso pulsante de creación y destrucción infinita, la cual se expresa mediante una red de interacciones que ocurren incesantemente a nivel subatómico y universal, y que se ilustra mediante su manifestación como "Naṭarāja"Esto ya lo expliqué detalladamente en:


Otra Deidad que no se reabsorbe al final del ciclo, es "Hanumān", el Dios mono. Hanumān fue bendecido con el don de la inmortalidad producto de sus grandes proezas y hazañas, convirtiéndose en un "Chiranjivin", que significa, "sabio inmortal". Otros Chiranjivin son "Vyasa", bendecido con este don para transmitir el conocimiento sagrado en cada ciclo, "Vibhisana", bendecido por desertar del ejército de Ravana para apoyar al de Ramā y Hanumān, "Parashurama", una encarnación guerrera de Vishnu que tiene el propósito de instruir a Kalki, entre otros. La lista de inmortales también incluye a Shakti-Deva; el principio femenino del universo.


  • Trimūrti

Entendiendo todo lo anterior es que recién podemos captar el verdadero significado de  la sagrada trinidad hindú, la "Trimūrti" (त्रिमूर्ति), que se traduce a nuestro idioma como "Dios en Tres Formas". La Trimūrti se compone por Brahmā (el creador), Vishnu (el preservador), y Shiva (el aniquilador), y expresan todo lo anteriormente dicho; el ciclo cósmico infinito de tres fases. Incluso, podemos ahondar todavía más en este concepto: a nivel atómico, Brahmā es el electrón (el generador de carga negativa), Vishnu es el protón (el operador de carga positiva) y Shiva es el neutrón (el destructor de carga neutral), estableciendo así los principios básicos de la materia: átomo = Electrón (-) + Protón (+) + Neutrón (0). A nivel celular puede interpretarse como; Anabolismo; síntesis de moléculas complejas (Brahmā), Metabolismo; mantenimiento de la vida (Vishnu) y Catabolismo; Destrucción de moléculas (Shiva). Y es que de hecho todo el universo se encuentra configurado y equilibrado con estas tres fuerzas. 

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