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jueves, 8 de diciembre de 2022

Hayagriva (हयग्रीव ): Dios del Conocimiento y el Aprendizaje. Avatar de Vishnu con forma de Caballo

El Señor Hayagriva posee una polarización energética muy positiva y dinámica, estando conectado específicamente con el proceso de aprendizaje y conocimiento, por lo que se le venera como fuente de sabiduría y desarrollo intelectual. Se le invoca para aclarar la mente, solicitar sapiencia, conocimiento, disipar la ignorancia, e incluso, para repeler energías negativas y dañinas; siendo un poderoso destructor de obstáculos. 

Esto se debe al hecho de que Hayagriva es un Avatar que emana directamente de Vishnu, el Supremo Protector y Conservador del Universo. Vishnu asumió esta forma con cabeza de caballo y cuerpo de hombre para asesinar a unos antiguos demonios que robaron el conocimiento divino y que desafiaron a los Dioses. 


Hayagriva es adorado como el Dios de la educación y el conocimiento, siendo sinónimo de  pureza, protección, iluminación y sabiduría. Desde tiempos muy remotos que los santos y devotos han cantado y predicado su gloria.

Por ejemplo, el santo y erudito indio, Vedanta Desikan, escribió sobre Hayagriva en el siglo XIII:


"Hayagriva, la encarnación del conocimiento. Hayagriva, la forma integrada de conocimiento y dicha. Aquel que tiene cara y cuello de caballo y que tiene un cuerpo radiante y chispeante como un cristal blanco y puro; es la morada de todo saber. Él es el Dios de todo conocimiento". 

"Cante las glorias del radiante Señor Hayagriva, quien destierra las aflicciones mundanas de sus devotos. Su imagen auspiciosa es similar al cristal blanco y puro".

"El relincho del Señor Hayagriva elimina lo desfavorable y los pecados, así como nuestros obstáculos. Ore al Señor Hayagriva para que elimine la desgracia y obtenga la capacidad de escuchar sus auspiciosos relinchos que actúan como un bálsamo calmante para las aflicciones mundanas de la  vida".

"La bondad del Señor Hayagriva con el poder de su divino relincho, es como un sol saliendo para desterrar cualquier oscuridad persistente. Esta imagen brillante actúa como un poderoso medio que ahuyenta el terror de la noche. Es el propagador de los Vedas y el alma interior que vive dentro de todas las cosas y seres humanos en el universo".

 

Como se puede apreciar, el santo Vedanta Desikan enalteció al Señor Hayagriva como una entidad sumamente compasiva y protectora, siendo un destructor de obstáculos y de energías negativas, así como una fuente inagotable de luz, dicha,  verdad y conocimiento.

En las representaciones iconográficas se le representa como un hombre con cabeza de caballo y cuatro brazos, en los cuales porta diferentes tipos de objetos.  

Cuando un Dios posee cuatro brazos, significa que posee presencia y dominio sobre las cuatro direcciones del espacio-tiempo en el que tienen lugar todas las manifestaciones de lo Divino (que es cuatridimensional). Los brazos superiores representan su dominio en el mundo superior y espiritual, mientras que los inferiores en el mundo físico e inferior. También hacen referencia a la naturaleza cíclica del universo, y por lo tanto, indican su importancia en ella. 

En sus cuatro manos, Hayagriva porta diferentes objetos que se asocian a su correspondencia energética, entre ellos:

- El "Sudarshana Chakra" o "disco sagrado"; un arma divina con la cual combate la maldad y disipa ignorancia.



- Libros (los Vedas), que son la fuente primigenia de todo conocimiento. Por eso leemos al respecto:


"Los Vedas se comparan con las gemas preciosas de las ajorcas sagradas que, cuando se mueven, producen sonidos dulces y sagrados [...] La mano derecha del Señor Hayagriva sirve como un instrumento para encender la mecha de las lámparas en la mente de los devotos e impartir el significado de los Vedas. La posición de la mano derecha es fundamental para enseñar el significado más profundo de los puntos de vista que los devotos deben comprender".

 


- Un "shankha" o "caracola", que simboliza el origen de toda la existencia y que representa la vibración del sonido "AUM", que es la fuente y el objetivo final del cosmos. La caracola proviene del fondo del océano, y en el lenguaje esotérico, el océano es la imagen de la existencia eterna e infinita, la unidad indiferenciada de todas las posibilidades que existían antes de la creación del universo. Según las doctrinas esotéricas, en este océano original de la existencia, en el que no había nada diferenciado, surgió la frecuencia del AUM, y de esta vibración primordial fue creado todo el universo. Por lo tanto, la caracola representa así el proceso de creación y reencarnación en el que ahora estamos inmersos.



- Una flor de loto, que simboliza pureza y rectitud, indicándonos que debemos tomar a esta flor como ejemplo de vida, puesto que el loto emerge desde las profundidades del agua estancada, y a pesar del entorno sucio en el que nace y crece; jamás se ensucia ni contamina.



- Y finalmente suele llevar un "japa-mala" o rosario, que representa la aplicación práctica del conocimiento espiritual mediante la oración, el rezo y los mantras. 



Generalmente, una de sus manos se encuentra libre con el fin de realizar un mudra (gesto sagrado), pudiendo ser el "chin-mudra" (gesto de enseñanza y conciencia) o el "abhayamudra" (gesto de protección y seguridad). Como dice el santo Vedanta:


"El halo de tonalidad rojiza que emana de la mano izquierda del Señor Hayagriva, es un recordatorio de la iluminación que viene al rescate de aquellos que buscan refugio en sus sagrados pies. La mano sagrada elimina la ignorancia en la mente de los devotos".




Su consorte es la Diosa Lakshmi, su contraparte femenina que impregna el cosmos con gracia y nutrición, por lo que también se les suele retratar juntos.

La veneración de ambos Dioses atrae energías muy positivas, brindando paz, serenidad, y eliminando cualquier tipo de frecuencia dañina para el devoto. Lakshmi y Hayagriva también bendicen con prosperidad y desarrollo espiritual. 

Si usted desea leer más información sobre Lakshmi, visite el siguiente enlace:




Lo más llamativo de su imagen resulta ser la cabeza de caballo. De hecho, su nombre literalmente significa "Aquel con cabeza y garganta de caballo" en sánscrito.

Los antiguos sabios de la India, sumergidos en un profundo trance meditativo llamado "samadhi", que significa "unión con el universo", canalizaron al Señor Hayagriva con la forma de este animal. Esto se debe a su frecuencia vibratoria; que es potente y electrizante, tal como el feroz relincho de los caballos. Su frecuencia vibra como cuando oímos a estos animales relinchar para proteger su rebaño de los depredadores. El sonido de los caballos  es el desafío del semental que protege a su manada, es un sonido terrible, penetrante en intensidad, que se extiende por millas en todas direcciones.

Por ello es que el santo ya citado, Vedanta Desikan, glorifica y destaca constantemente el potente relincho de Hayagriva:


"Los sonidos Divinos de sus relinchos destruyen las nubes oscuras que bloquean nuestra conciencia y brinda una comprensión real de los principios, liberándonos del ciclo de nacimiento y muerte".

"Los relinchos que manan de la garganta Divina del Señor Hayagriva son la colección de los Vedas [...] Los sonidos de su relincho eliminan todos los obstáculos que se interponen en el camino de cualquier individuo que desee adquirir conocimiento puro. Son como las olas incesantes del océano del verdadero conocimiento. Encienden la lámpara del conocimiento e iluminan nuestro camino hacia Mokṣa (liberación)".


De hecho, se lee que Hayagriva custodia el cosmos por medio de sus "tres relinchos"

1) El primero despierta al mundo y la identidad no nacida del saṃsāra y mokṣa

2) El segundo desarrolla mundos animados e inanimados como una ofrenda para pagar las deudas kármicas de los seres sintientes.

3) Y el tercer relincho es una ola energética de apoyo a los seres con los que hace un juramento de verdad. 

De igual modo, viendo que los atributos y bendiciones de Hayagriva son muy positivos y benéficos, la imagen de un caballo era perfecta para que la mente ignorante y terrenal del ser humano común y corriente pudiese comprenderlo, pues en el Hinduismo, el caballo representa acción, velocidad, impulso, realeza, poder, inteligencia, vigor, y se asocian con el prāṇa o la fuerza vital que nutre y sostiene el cuerpo. 

Fue así como surgen dos importantes relatos sobre su origen como Deidad cósmica y Avatar de Vishnu.

La primera nos dice que hace eones, al comienzo de los tiempos, el Señor Nārāyaṇa (la forma primigenia y trascendental de Vishnu) plasmó su magnanimidad en los Vedas, la literatura sagrada que contiene los secretos del cosmos y la estructura del Dharma. Dichos textos fueron custodiados por Brahmā, el Creador del plano físico y Padre de la humanidad. 

Con el tiempo, dos poderosos asuras (demonios) llamados Madhu y Kaiṭabha, tuvieron la intención de robar los Vedas y adquirir dicho conocimiento para desafiar a los Dioses. Ambos demonios poseían el don de la inmortalidad, habiendo dedicado sus vidas a la ejecución de intensas "tapas" (un desarrollo espiritual muy estricto y disciplinado), por lo que eran prácticamente invencibles. Ambos demonios embistieron a Brahmā y le robaron los textos, para luego resguardarlos en las profundidades del "Patala" o Bajo Astral. 

Dado el peligro que significaba que dicho poder cayera en manos equivocadas; Brahmā acude ante el Señor Supremo e interrumpe su estado de trance perpetuo (yoganidra), con el cual crea y destruye universos. De Nārāyaṇa se manifiesta un nuevo Avatar o Personalidad Suprema de Dios; Hayagriva, quien nace con cabeza de caballo, produciendo un sonido tan potente por medio de su relincho, que fue escuchado en todo el cosmos. Rápida y eficazmente, Hayagriva rastreó los Vedas y los recuperó desde el Patala. Los terribles demonios combatieron contra el Señor, sin embargo, fueron repelidos y asesinados. Gracias a Hayagriva, Brahmā recuperó los textos y continuó con su labor creativa. 

Por ello, tanto Vishnu-Nārāyaṇa como Hayagriba reciben los epítetos de "Madhusudana" (que significa "el asesino de Madhu") y "Kaitabhajit" (que significa el "vencedor de Kaitabha").

En otros textos se narra que antiguamente, en los albores del cosmos primigenio, existió un demonio llamado Hayagriva, quien tenía la forma de un feroz caballo. Hayagriva era un estricto practicante de tapas, logrando asombrosos resultados como la invisibilidad y otras habilidades sobrenaturales. La bestia demoniaca con forma de caballo comenzó a adquirir más y más poder, tornándose imparable. Pronto invadió otros planos e incluso comenzó a luchar contra los Reinos Superiores con el fin de hostigar a las Deidades y desafiarlas. 

Hayagriva era tan fuerte que decretó que solo podía ser asesinado por las manos de otra criatura con forma de caballo. No habiendo ninguna, el demonio se sentía invencible e inmortal. Aquí nuevamente, Brahmā acude ante el Señor Supremo e interrumpe su estado de trance cósmico. Sin embargo, Nārāyaṇa estaba tan inmerso en su trance, que no despertó ante el llamado de Brahmā, por lo que ideó un plan. 

Con el fin de despertarlo, creó termitas para que royesen la cuerda de su arco y así efectuar un sonido resonante que seguramente despertaría al Señor. En efecto, la cuerda se partió con un tremendo sonido que reverberó por todo el cosmos, pero debido a su fuerza, la cabeza de Nārāyaṇa se desintegróLos Dioses se encontraban angustiados y consternados por la calamidad. Su única esperanza ahora era invocar a la Diosa Madre, quien siempre los había protegido en momentos de extrema necesidad. Así que le rezaron y buscaron Su ayuda. Complacida con sus oraciones, Ella les aseguró que había un propósito divino detrás de este incidente. Y aquí se narran dos cosas, primero, que del Señor Nārāyaṇa brotó una cabeza de caballo, o bien, que Brahmā se encargó de crear o colocar una cabeza de caballo en su lugar. De este modo, Nārāyaṇa, ahora con su nueva forma, despierta, combate y asesina al demonio para instaurar la paz. Posteriormente recupera su forma original y el Avatar con cabeza de caballo trasciende como una nueva Personalidad Suprema de Dios.


De acuerdo con las escrituras, la veneración de Hayagriva, así como la escucha y recitación de sus mantras, otorgan las siguientes bendiciones:

  • Hayagriva agudiza el intelecto, mejora el poder de la memoria, la confianza y el estado de alerta.
  • Derriba barreras mentales y aumenta la concentración y el enfoque.
  • Inhibe la angustia emocional, el estrés, las tensiones, la depresión, etc. 
  • Éxito en los exámenes y en la vida académica.
  • Hayagriva, al nacer como una manifestación de Dios que tuvo el propósito de asesinar demonios, también elimina energías dañinas y protege al devoto de entidades malignas.
  • Mejora en el rendimiento académico y laboral.
  • Las mujeres embarazadas también pueden beneficiarse al cantar su mantra, ya que Hayagriva bendecirá al niño con buen intelecto, cuerpo fuerte, valor y belleza. 
  • Aquellos que quieran sobresalir en deportes también pueden cantar el mantra del Señor Hayagriva y obtener beneficios, como vigor, disciplina, fuerza y velocidad. 
  • Hayagriva conduce al camino de la espiritualidad y abre las puertas de lo Divino.




A continuación adjunto algunos mantras:



Hayagriva también es venerado dentro del Budismo Tibetano como una Deidad Tántrica, y como tal, su representación iconográfica suele variar completamente.

Recordemos que en las corrientes tántricas, sean hindúes, jainas o budistas, los devotos veneran a los Dioses, Budas y espíritus en su aspecto "Ugra", que significa "colérico", y por ende, se les suele retratar de manera siniestra o macabra, muy alejada de las imágenes a las que solemos estar acostumbrados. 

Esto se hace por el hecho de que el Tantra enseña a interiorizar los poderes adyacentes de una imagen para que trabajen en nuestro interior. Y es aquí en donde tiene sentido que las representaciones sean siniestras, porque el adepto busca que la Deidad, al hacer ingreso, destruya su comprensión superficial de la belleza y del mundo ilusorio que se capta con los sentidos, elevándolo a una realidad diferente. A través de ejercicios meditativos, el tántrico interioriza e internaliza a la Deidad en cuestión para plasmarla en su psique con el fin de que destruya ferozmente la ilusión que lo encadena al mundo material. Y esto resulta más efectivo si la imagen de su Dios es violenta, colérica y macabra, en lugar de pacífica o serena. Son como representaciones "subliminales" que esconden un complejo mensaje y que actúan internamente para destruir la ilusión

Todo esto se explicó detalladamente en una publicación anterior, la cual adjunto:



Entonces, en el Tantra y en el Budismo Tibetano, Hayagriva es retratado como un colosal e iracundo gigante rojo con cientos de brazos, armas y cabezas de caballo que sobresalen sobre su corona y y cuello, relinchando ferozmente y rodeados de llamas infernales. Hayagriva sostiene una copa de calaveras y un gran cuchillo curvo, y lleva una guirnalda de cabezas cortadas y piel de tigre desollada. Su rostro muestra colmillos y ojos saltones con tiaras de calaveras que subrayan su naturaleza iracunda. De igual modo, posee grandes alas que demuestran sus poderes sobrenaturales. La consorte del Hayagriva tántrico no es Lakshmi, sino que Vajravārāhī, su contraparte iracunda.

El monje tibetano Orgyen Tobgyal Rinpoche dijo:


"Todo ser que vive en este mundo no tiene más remedio que seguir las órdenes de Hayagriva. Él es más poderoso que cualquier otro ser; no hay nadie que lo iguale o incluso que compita con él. Hayagriva es el gobernante universal de todo lo que aparece y existe. Su intento de sabiduría se enriquece con los tres relinchos. Lo que debes entender sobre Hayagriva, es que no hay nadie más grande o más poderoso"


Estas características  iconográficas expresan la capacidad de Hayagriva para convertir la ira en percepción, así como su feroz determinación de ayudar a los devotos a superar sus apegos e ilusiones. La forma iracunda Hayagriva es interiorizada por el tantra para destruir la ilusión y el pecado. Por ello, pese a la imagen siniestra que aquí se le otorga, es venerado por su inagotable compasión y bondad. 

Y de hecho, de acuerdo al Budismo Tibetano, Hayagriva es una manifestación colérica (un "Heruka") del Buda Chenrezig, quien es el Buda de la Compasión y la Misericordia.  

Y esto no es contradictorio, la compasión no tiene que ser siempre pacífica o amistosa. El tantra demuestra que la representación iconográfica de las Deidades no está destinada a ser agradable o reconfortante a la vista, al contrario; buscan ser violentas para que sacudan la falsa percepción y el pecado. 

Si Chenrezig es compasión pura, Hayagriva también lo es, pero no se manifiesta de manera agradable, aunque el resultado sea el mismo. 

Y eso es lo que define al Heruka. Los Heruka son las emanaciones más altas y feroces de las Deidades Iluminadas y asumen su actividad.

El monje budista, Steve Carlier, explica: 


“Hayagriva es un aspecto colérico de Chenrezig. Hacer oraciones a Hayagriva es un medio rápido y poderoso para superar las fuerzas negativas y los obstáculos, incluidos los los daños causados por espíritus. Las oraciones a la Deidad son especialmente beneficiosas en estos tiempos degenerados cuando los sufrimientos y las enfermedades proliferan debido a los fuertes engaños de los seres sintientes. Como manifestación de Chenrezig, la práctica de Hayagriva también ayuda a desarrollar la compasión”.

 

El Budismo Tibetano también narra un acontecimiento similar al hindú, en donde se ve a Hayagriva luchando contra demonios.

En el pasado lejano, cuando el Gran Buda de la Bienaventuranza, el Maestro de la Danza del Loto, el Señor Buda Amitābha, se hospedaba en el Cielo de Aog-min, un demonio vicioso llamado Dregs Byod Tshogs Sprul vagó por los mundos del Cosmos cometiendo varios males y causando graves daños a todos los seres sintientes. En consecuencia, el Señor elaboró ​​el gran Yantra de Hayagriva, el cual funcionaba como portal para que el Dios con cabeza de caballo pudiese emerger y  combatir la maldad. Esto causó gran angustia al rey de todos los demonios. 

En un estado de ánimo furioso, levantó sus cinco venenos ardientes y trastornó a los Tres Reinos. Él trajo enfermedades contagiosas, hambre y guerra al universo. Destruyó las cosechas y arrojó varias armas de destrucción por doquier. A su instigación, todos los demonios exhibieron formas espantosas; plagas rugieron, los campos fueron quemados, y grandes inundaciones cubrieron los rincones de la tierra. Acto seguido, Amitābha, desde el centro de su corazón, envió el Yantra del Iracundo Hayagriva, mediante el cual el rey demonio fue subyugado y destruido.

Su Yantra sagrado en cuestión es:

[Nota: Los Yantras son diseños geométricos que actúan como una herramienta altamente eficiente para la contemplación, concentración y meditación, funcionando básicamente como "mantras visuales" que inducen a estadíos meditativos y de desarrollo tanto mental como interno]. 



El practicante valiente que medita en esta emanación monstruosamente hermosa puede superar los obstáculos rápidamente y comprender Su grito de Sabiduría. 


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