Vāyu es el Dios elemental del viento, y quien nace como una consecuencia o manifestación de "Púrusha" (la energía divina y primigenia) al comienzo de los tiempos, cuando Mahā-Viṣhṇu soñó con crear el cosmos.
En consiguiente, Vāyu es el Dios que condensa aquella energía divina encargada de nutrir y de cimentar a todos los objetos y seres vivos, puesto que el Universo mismo es el resultado de la mezcla y unión entre "Púrusha" y "Prakriti" (materia). Y es por ello precisamente que los textos sagrados mencionan que Vāyu habita al interior de todos nosotros en forma de "Prāṇa", que se describe como una pulsación interna que permite el funcionamiento de un ser vivo y de todo el cosmos. El Prāṇa vivifica, estimula y anima a todos los objetos y seres. El universo entero es una manifestación de Vāyu, que es la mano de Dios que da movimiento a todas las cosas.
Vāyu es referido y adorado como Dios del "viento", porque el término "viento" fue empleado por los antiguos sabios de la India para referirse a esta energía divina e invisible.
Si bien resulta muy complejo entender la sutileza del Señor Vāyu, en esta publicación analizaremos todos sus detalles de la manera más clara posible.