Los textos sagrados del hinduismo, nos enseñan que después de la muerte física, nuestra alma emprende un largo viaje a otros planos de existencia, los cuales se encuentran ubicados justo entre la muerte y la reencarnación, por lo tanto, son intermedios. En términos simples, podríamos definir a estos planos como "cielo" e "infierno", dependiendo del caso. Y si bien existe una gran diferencia entre estos conceptos con el de otras religiones, lo cierto es que el "castigo" o la "recompensa" que obtenemos por nuestros actos comienza a dar sus frutos.
Bhagavad-gītā, 14.18: śrī-bhagavān uvāca paraṁ bhūyaḥ pravakṣyāmi jñānānāṁ jñānam uttamam yaj jñātvā munayaḥ sarve parāṁ siddhim ito gatāḥ. Que significa:
"Aquellos que están situados en la modalidad de la bondad ascienden gradualmente a los planetas superiores; aquellos que están en la modalidad de la pasión viven en los planetas terrenales; y aquellos que están en la modalidad de la ignorancia caen a los mundos infernales".
En la presente publicación veremos una descripción a fondo sobre uno de estos planos intermedios, en especifico, el "Naraka" o infierno, así como la cosmología asociada a este ciclo.